Posesión L.L. 8 de Agosto de 1911
- EMEDELACU

- 25 sept 2023
- 1 Min. de lectura

Dijo:
¿A qué he venido? Padecer, sufrir mucho; esta es nuestra vida. ¿Por qué nosotros los pobres espíritus sufrimos tanto? ¿Por qué nos castigan con tanta injusticia?
Le hice observación de que sus sufrimientos no eran injusticia, pero él se obcecó y estuvo perdiendo el tiempo sin poder traerlo a razón y a perdonar y dijo que no le importaba padecer y que se marchaba a donde había venido, y se retiró.
Se posesionó otro y dijo:
Oscuridad nada más, ya no hay luz por ninguna parte. ¿Por qué?... Qué castigo tan grande ¿Quién ha sido el culpable de mis sufrimientos? ¿Adónde he venido? Todo lo veo enlutado.
Le dije: Hermano, haz conciencia de tus actos en la tierra y verás la causa de tu oscuridad
–Yo os diré todos mis hechos, porque vengo en busca de alivio.
Yo he cortado la existencia a una mujer, por el amor, y yo me suicidé con ella; los dos cuerpos quedaron juntos, porque ella me mostraba cariño, pero era falso; cuando me cercioré, la esperé en la puerta de la Iglesia y la maté de un tiro y yo también me maté; si ella me hubiera dicho la verdad, yo no hubiera cortado nuestras existencias; estos son mis hechos.
Ella se llamaba Adelina, yo Sebastián; en Sao Paulo, Brasil. Ella era de San Antonio de Areco, yo de Buenos Aires.
Hechas algunas consideraciones, que aceptó, y arrepentido de su yerro, vio la luz y se retiró.
Libro: Filosofía Enciclopédica Universal Tomo I
Autor: Joaquín Trincado
%2014_30_25.png)


%2014_30_25.png)


