Marzo 22 de 1912. (Portillo)
- EMEDELACU
- 22 nov 2024
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Seg. Seg. Beguis Beguis. Soul Soul. Allí. Allí.
Paz a vosotros, amor universal os enlace y como a nosotros, la bendición de Alí os alcance.
Cruzando constelaciones, llegué hasta aquí.
Venciendo nebulaciones, me toca a mí
Dar fe a las generaciones y ser testigo
Que el Padre de las generaciones ha cumplido
El testamento dado a vuestro Padre Abraham
Mandando por esto a sus grandes hijos
Al Maestro de los Soles, al Espíritu de Verdad.
El Espíritu de Verdad descendió y dijo
“La Verdad es una y la ley una”
“EL AMOR, EL DIOS DE AMOR”.
La hora es del Juicio, y llamó
A juicio, ante el hombre encarnado.
El Juicio se celebra hermanos:
El Juicio, nosotros lo aprobamos
Y venimos, porque… hermanos
Vuestros somos y del juicio,
Al universo, debemos dar testimonio.
Ya la luz ha llegado al mundo tierra
Ya los hombres tienen la verdad eterna
Ya la eterna verdad es conocida
De esta humanidad, que siguió terca…
Senda de equivocación,
Pero vuestra salvación
Hermanos, de este planeta
Que es ciudad, aunque pequeña
De la gran Cosmogonía,
La tenéis en la armonía
Y os la dan en el amor
Con un “Código de amor”
Que es la ley universal
Que vuestra alma presiente;
Subid la recta pendiente
Que ya es suave, no es agreste
Como lo fue sin igual
Para el Juez y la subió.
El, ejemplo os ha dado;
Ejemplo os dio Jesús;
Xavier ejemplos dejó;
Y de mundos muy lejanos
Ejemplos, os traigo yo.
Yo, que la distancia soñar no podríais
Del mundo que os traigo amores,
Vi que os corona de flores
Y de amor la gran María.
Que llora perlas de amor y alegría,
Porque fue rota la cruz
Infame, de su hijo Jesús
Que es Jesús y no es Cristo
Porque otro hijo, que en derecho
Como Juez, libertó a Jesús, del Cristo
Y a los hombres, les será de gran provecho.
Desde mi remoto mundo
Llego a vosotros para afirmar
Que, al Juez, lo vi yo luchar
Por siglos, en este mundo
Entre ciegos, sordos, mudos;
Y entre tinieblas de muerte
Vio sobre la cuesta agreste
¡Una luz de gran fulgor!...
Y, se llena de coraje y arremete
Y escala la montaña agreste…
Más cuando a la cima llega
Transido y de la pelea
Sangrando toda su alma…
¡Era una lástima hermanos!
Pero de luz, sus hermanos
De amor le tienden sus manos,
Porque ya rompió las vallas.
Ya ganó, cien mil batallas…
Más Jesús, está agobiado…
Más agobiada aún María
Porque… su hijo Jesús
Con la cruz más no podía.
Su otro hijo acongojado
¡Era un cuadro de dolor!...
Pero ya estaba en Sion
Qué es mundo de amor y luz,
Donde reside el poder
Del Padre, y el Gran Xavier,
De inmediato el Consejo reunió
Ya allí, el llegado, juró
Hacer justicia de amor
Derribar al monstruo Dios
Y hacer trono al Dios de Amor
Ante aquella garantía
El Código se le dio
Y se acordó la justicia
Y se señaló esta fecha
Minuto último que suena…
¡Hermanos! Por esto llega
Luz y amor para la tierra.
Basta de odios y tinieblas
Vivir en fraternidad
Y los que me oís… Tembláis.
Más dudáis… y creéis supremacía
Vos quejáis de la justicia…
Más queráis y no queráis
Llega el venturoso día
Del amor, de la luz y la verdad.
Veis que en ley llego a vosotros;
Que de mundo lejano traigo los votos
Para el Juez y secretarios…
Por qué, vosotros, ciegos sectarios
¿No prestáis vuestra atención?
No veis que cruzó los espacios
En medio de tempestades, truenos y rayos
Que aún invade esto, donde mora
Que ni aún invade esto, donde mora
El tribunal, que dará la sentencia
Después de agotar toda su paciencia
Cumpliendo fiel la ley del Padre,
Que no os condena, pero sí le place
¿Separar el trigo de la cizaña?...
No veis que estos truenos son señales,
De que es la hora de que cesen las venganzas
Y reconozcáis el amor que os enlaza
¿Con nosotros, de mundos remotos habitantes?...
No veis que el “Código de Amor” es de alegría
Porque es ley de toda la Cosmogonía,
Que la luz que llegó a la tierra
¿De los mundos de la Creación eterna?...
No veis que esto afirma el Espíritu de Verdad
Que en amor nosotros venimos a confirmar
Lo que él dice y lo que dice el Juez,
Ante quién me inclino porque es
Del Padre, el brazo de su poder,
Sin que esto indique humillación
Porque toda la eterna creación
¿Reconoce su amor y su justicia?...
No veis, que, de luz, la universal familia
Ve derribada la cruz y felicita a María,
Canta Hosannas a la luz del nuevo día
Y que en coro vienen todos los Mesías
Y entonan un himno al Padre
Felicitando emocionados a la Madre
¿De Jesús que no es el Jesucristo?
Y del que el nuevo Código os da escrito
Y en nombre del Padre celebra el juicio
¿Y libra a los hombres del prejuicio?
No veis que tirada en tierra, está la cruz
Que arrancó de ella el que juró, a Jesús
Y que abraza a este hijo, la gran María
Y lo baña en lágrimas de perlas de alegría
Por el esfuerzo de su otro hijo, que la agreste
Montaña, subió luchando como valiente
Y nada contra él podréis, aunque intentáis
¿Por qué la hora de la justicia ha sonado ya?...
Bendita la hora, bendito el amor del Padre
Bendito el amor que de los mundos llega
A los hijos de la hermana tierra,
Que hasta hoy, de lágrimas fue valle;
Más de hoy, de flores será valle
Sin valladares ni amenazantes fronteras
Porque todos los mundos os mandan armonías.
Hoy vengo yo a traer la mía
Del mundo que es de alegría
Y de amores y de dichas
Y donde no hay sinsabores,
Ni apenas se hace de noche.
Ni hay seres que se reprochen
Porque sabios, reconocen
La ley, el amor y la justicia.
Más vosotros… ¡Insensatos!...
Que no reconocéis la justicia
Queriendo retener la supremacía
De religiones pequeñitas y mezquinas,
Os cegáis de odios, iras e intrigas
Declarando, que sois de razón faltos.
Pero a falta de razón y de amor, una ley
Imponéis por la fuerza a esa grey
Ignora, que un día se verán hartos
Y os dirá… ¡Mentecatos!...
Decimos, ¿de qué ley, es esta ley?...
¿Por qué no reconocéis al Juez?...
Venimos nosotros y los confirmamos
Y por deber, ante vosotros le damos
Nuestro fuerte, nuestro amor y parabién.
No veis, que, a torrentes, la luz llega
¿De los mundos de la gran Cosmogonía?
Cuyos mundos con él luchan y coronan a María,
Que ha sido vuestro filón; y de penas
La habéis cargado y vuestra ceguera
Le duele mas no la ahoga ya la pena
Porque la cruz ve por tierra
¿Y sus hijos, a la luz, llevan la tierra?
Más vosotros protestáis de la justicia.
Gritáis con voz ronca y desmedida
Y hacéis rebalsar la gran medida
Que el Padre señaló por la justicia.
Más a deciros la verdad:
Que la ley es sapientísima:
Y que mundos que viven en la justicia,
Vienen a vosotros a confirmaros
Que es la hora de la divina justicia
Que a Juicio llamó, el Espíritu de Verdad:
Que la morada que os destina el Padre
Es también morada de su amor,
Pero a la tierra ya bella, es inferior;
Y porque la tierra es bella, ya no cabe
Más que el bien, la fraternidad y el amor.
Si vuestro deseo de supremacía,
Allá os lleva por no acatar la ley
Y pensáis que allí formaréis otra grey,
Será dentro de la suprema ley
Del amor, sin esquivar la justicia.
Más cuanto os diga, es muy poco,
De lo que habéis de sufrir,
Sois sabios y no sois pocos
Y bien podéis discernir.
A vuestra vista tenéis
El mundo que habéis ganado;
Sus horrores, ya los veis;
No seáis pues, insensatos,
Estáis en Juicio, acatar la ley,
Porque una equivocación
En el día que los siglos
Anunciaron este día
De inexorable justicia
Que el Padre hace a sus hijos
Es triste hermanos y da dolor.
¿No veis que la tierra es bella?
¿No veis que llega el amor?
Por qué pues, ofuscado niegas
¿Si es negar la luz del sol?
Aquí dejáis la obra empezada;
Vais a dejar los afines;
Y aunque pensáis otros fines,
Veréis que es descabellada
La resolución tomada.
Y podéis no abandonar
A la ya hospedable tierra
Por otro insoportable y fiero,
Más la ley, hay que acatar
Sabéis que los tiempos se han colmado
Y el Espíritu de Verdad, Xavier,
Por Jesús profetizado
Que lo visteis descender
Y por ley al Juicio ha llamado
Y dio poderes al Juez
Porque el Padre había jurado
Borrar el “Peligro” Cristo
Dando el Código de Amor que ha escrito
Ved… que estáis equivocados
Yo bendigo la justicia
Al Juez y sus secretarios
Y venimos de mundos muy lejanos
A saludar en amor, el nuevo día
En que la tierra entra en la luz
Por su grado de progreso
Porque derribó la cruz
Causa de su retroceso.
Cantamos el Hosanna de alegría
Alí y la gran Cosmogonía.
¡Hermanos de la tierra! Oíd,
El trueno(1) que es voz del Dios,
De nuestro Dios y Padre Alí
Y no desoigáis la voz
Del Juez, un hijo del Creador
Que vive y obra en amor,
Sus enseñanzas oíd
Y sus consejos seguid
Y sabed que está en acción
Y en abierto tribunal
Y que el día de juzgar,
Alí se lo señaló.
Y el Espíritu de Verdad
Lo confirmó y lo afirmo yo
Por todo el mundo Dox Dox.
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Durante esta larga peroración había una formidable tormenta de truenos horrísonos. A ello alude el comunicante.
Ahora hermano mío, que leo tu pensamiento, diré lo que deseas saber. Escribe: mundo, el dicho Dox Dox, en la quinta nebulosa, con cuatro luminares y cinco lunas.
El tiempo, lo dividimos por ley en períodos mucho más largos que el vuestro: es decir, que el día en aquel mundo es igual a treinta y seis días y medio de los vuestros, por lo que la vida o existencia media material es suponiéndoles un siglo o 100 años, aproximadamente 3,650 siglos de la tierra: cada siglo de los vuestros equivale (siempre aproximadamente) a 3 años, 6 meses y 25 días.
Organismo semejante al vuestro, pero la materia depurada casi trasparente: la sangre de color azul celeste, la tensión y función de los músculos, la evolución de los pensamientos en el cerebro y la fortaleza del esqueleto, responde como para vosotros a las mismas leyes.
La estatura media es de 1 metro 36 a 40 centímetros de vuestra medida.
La belleza; el tipo más perfecto de la tierra es el más rústico entre nosotros: pero como en todos los mundos existe la variedad.
La ley es el amor y el trabajo es común y la organización la comuna.
La salutación es cordial, conforme al amor. Todo ser, tiene la libertad y es dueño de la procreación conforme a la ley de Alí.
El alimento lo da la tierra y la atmósfera también tiene todo lo que nuestra salud y bienestar necesita.
La tierra llegará en grado preciso; pero hoy es la primera hora de su luz y luego subirá a donde la ley marca; yo saludo el nuevo día de mis hermanos y os doy el amor que de los míos traigo, del mundo Dox Dox. Vuestro hermano que bendice Alí.
Dell Dell Mó.
A continuación de Dell Dell Mó, el mismo médium dijo:
Paz y amor os una, hijos míos:
Y yo no habré de cantar
Agradeciendo estos laudos,
De los hermanos que, raudos
¿Os vienen a saludar?...
Día feliz y venturoso en que la Cosmogonía
Viene a justificaros en este primer día
Cuando en el espacio corre la voz de la justicia
Que el Padre celebra a nuestra familia…
Aunque en la pena, también la alegría me llama,
Cómo no venir a vosotros hijos de mi alma
Que a mí y a Jesús nos dais la calma
¿Derribando la cruz tan desastrosa?
Abrazo a Jesús que a raudos llora
De alegría, porque la cruz ya no le pesa
Pero llora también de amargura y pena,
Por los que no os oyen y la tierra los arroja.
Triste es hijo predilecto de mi amor:
Yo también lloro de pena y alegría,
Porque esperaba que oyeran todos, la voz
Y no dejarse imponer la inexorable justicia.
Triste fin de muchos obcecados
Que, por no deponer la supremacía
Cierran los ojos y ofuscados
No quieren ver la luz del nuevo día.
Gracias hijo de mi amor, ya descansamos
De largos siglos de sufrimientos
Pero aún, del todo no lo celebramos
Guardamos todo nuestro contento
Para el día feliz en que abrazados
Los vencedores ante los espacios
Se presenten al Dios de la justicia.
Gracias a todos hijos amados
Me embarga la pena y la alegría
Y aunque hoy todo es luz y poesía
Solo puede, llena de amor, saludaros
Por Jesús, por José y por Xavier…
Por los que acataron la ley
Por toda la Cosmogonía
Que su amor, besos y abrazos
Los une al suyo vuestra Madre, María.
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NOTA DE INTERÉS
Los comunicados poetizados demuestran un gran esfuerzo del médium y su docilidad. No podemos exigir corrección poética e improvisaciones que debiendo ser puntos de historia y filosofía jurídica, no hay para ello términos rítmicos, lo que advertimos a los criticones que miran la forma y no el fondo. Y para los espiriteros y espiritualistas que creen que el espíritu todo lo sabe y todo lo puede y no sabe sino lo que aprendió ni puede quebrar la ley.
Joaquín Trincado.
Libro: Filosofía Enciclopédica Universal Tomo II
Autor: Joaquín Trincado