Florencio Varela
- EMEDELACU

- 13 may
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Político, jurisconsulto y publicista argentino, nació en Buenos Aires el 23 de Febrero de 1807.
A los once años de edad entró en el Colegio de Ciencias donde estudió el primer año de latinidad; después cursó dos años en la Facultad de Matemáticas, dos de Filosofía y uno de Jurisprudencia en el mismo colegio, graduándose cuatro años después (15 de Agosto de 1827) de doctor en la Facultad mayor de jurisprudencia.
En su juventud cultivó la poesía y literatura, obteniendo el grado de gracia que la Universidad acordaba anualmente por premio al candidato que más se distinguiese en las pruebas literarias.
Desde la edad de 28 años empezó Varela a actuar activamente en la política, afiliándose al partido unitario, no sin antes poder apuntarse en su haber hermosas composiciones y una obra dramática notable.
La juventud de Varela se vió alterada por la disputa de los partidos federal y unitario, siendo al último de éstos que se alistó el joven Florencio, porque las aspiraciones de los unitarios eran progresistas por militar en sus filas la mayoría de los hombres de buenas intenciones.
Pero cuando por la desinteligencia fueron los unitarios vencidos circunstancialmente por Rosas (véase su biografía en LA BALANZA No 77), quien dijo sostener el lema de los federales y Lavalle renunciaba como jefe unitario con el alto fin de tratar de calmar toda excitación de antagonismos, hecho que Rosas aprovechó para adueñarse del gobierno con fines inconfesables, llegó un tiempo aciago para todos los hombres de elevados conceptos en la Argentina, que trataron inútilmente de poner en alerta al pueblo, pues Rosas suprimió de inmediato la libertad de prensa e inició una vergonzosa persecución sanguinaria contra todos los que no podía convertir en sus cómplices.
Varela, como unitario, tuvo que huir a Montevideo, donde contrajo matrimonio con una joven de Buenos Aires con la que había quedado comprometido antes de su expatriación. Esta unión fué feliz y fecunda, pues su mujer le compensó sus amores regalándole trece hijos. Instalado en Montevideo, se consagró con ardor incansable al estudio de la jurisprudencia y al de las ciencias políticas y morales. Fué uno de los cooperadores más decididos e inteligentes en la revolución contra Rosas. Desde que el general Lavalle, convicto de la traición de Rosas, se puso nuevamente en campaña por libertar a su patria del usurpador, era Varela el hombre de pensamiento y de acción de la Comisión argentina, cuyo encargo principal consistía en proveer de recursos al ejército, para lo cual casi era necesario hacer milagros. Fundó en Montevideo el periódico "Comercio del Plata", en cuyas columnas expresaba sus altos conceptos como defensor de los derechos cívicos de su patria y el 22 de Junio de 1840, firmó el protocolo en que declaraba que la hostilidad de Francia no era al pueblo argentino, sino únicamente al tirano Rosas. Sus escritos rebosantes de sana elocuencia, fueron condensando a su alrededor los odios de la tiranía. En 1841, amenazado por una afección pulmonar, le aconsejaron sus médicos que hiciera un viaje de descanso al Brasil, que realizó a mediados de ese mismo año.
Hallándose en Río de Janeiro empleó su tiempo en preparar elementos que debían servirle para escribir la historia de su país. Cinco meses empleó en escudriñar la biblioteca pública de aquella ciudad, donde halló y extractó documentos preciosos relativos a la historia política de estas regiones.
De regreso a Montevideo en 1842 fué uno de los defensores de esta ciudad cuando los ejércitos de Rosas la pusieron sitio el 16 de Febrero de 1843. En Agosto de ese mismo año fué enviado a Inglaterra con una misión especial que desempeñó con suma habilidad, pero sin conseguir el resultado que esperaba, de que el gobierno de aquel país tomará parte en los negocios del Plata.
Dos años después, sin embargo, Inglaterra, en defensa de sus intereses se consideró obligada a hacer lo que no hizo a instancias del gran político argentino. Viéndose defraudado en sus intenciones no se desanimó por eso y lo prueba el hecho que no abandonó a Inglaterra sin antes haber estudiado los progresos del arte y los últimos inventos especialmente de la maquinaria, de los instrumentos útiles, a la agricultura y a la minería, y con ese fin visitó los monumentos, palacios, museos, arsenales y especialmente los establecimientos fabriles. De Inglaterra pasó a Francia, donde conoció al general José de San Martín, que amargado por la tiranía que asolaba a la tierra cuya independencia le había costado tantos sacrificios, vivía allí en voluntario destierro. Residió Varela estuvo algunas semanas en París, mereciendo por la gran habilidad y rectitud con que discutía las más altas cuestiones de organización política y social, especial acogida de Adolfo Thiers, cuya estimación supo captarse, logrando que en la Cámara francesa se ocupara en las cuestiones del Plata. En la sesión del 5 de Enero de 1850 dijo aquel político francés: "El señor Varela, a quien todos hemos conocido, es uno de los hombres más eminentes que es posible encontrar en cualquier parte del mundo".
De regreso a Montevideo, continuó Varela su obra emancipadora que no dejaría de llevar los mejores frutos desde que Rosas, ofuscado, ordenó su muerte, siendo asesinado por la espalda en la noche del 20 de Marzo de 1848 en el instante de llegar a su casa de regreso de una reunión.
Fué su asesino Andrés Cabrera, mandado por el ejército sitiador para cometer el crimen según lo confesó más tarde. La muerte de este noble patriarca e incansable luchador tuvo la resonancia de una calamidad pública y su nombre se ha hecho inmortal en la historia del progreso.
Entre los numerosos trabajos de Varela figuran sus hermosos opúsculos: Rosas y las Provincias; La Confederación argentina; Proyectos de Monarquía, etc.

Libro: Biografías de la Revista Balanza
Autor: Joaquín Trincado
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