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Joaquín Trincado

Domingo Faustino Sarmiento

  • Foto del escritor: EMEDELACU
    EMEDELACU
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El 15 de febrero de 1811 vió la luz en San Juan este ilustre argentino. Descendía de antigua y noble familia española pero poseía escasos bienes; Debió su primera educación a su pariente fray José Santa María de Oro, quien le dió además nociones de Gramática y Latín, enseñándole especialmente a amar a la patria y la libertad.


Recibió también lecciones de Matemáticas y Agrimensura que le daba el ingeniero francés M. Berreau.


Con este caudal de conocimientos, cuando Sarmiento contaba con 15 años de edad, abrió una escuela en que instruía a ocho alumnos de veinte años, que, aunque eran hijos de padres con medios de fortuna, nunca habían tenido ocasión de aprender a leer. Un año más tarde Sarmiento se hizo comerciante estableciendo un almacén.


A los diez y siete años era instructor de reclutas y segundo director de la Escuela Militar de San Juan Tenía diez y ocho años cuando tomó las armas. contra Rosas y Quiroga.


Vencido en la refriega hubo de escapar a Chile, para salvar su vida, donde tuvo necesidad de desempeñar toda clase de oficios para ganar su sustento.


En 1833 estaba en Valparaíso trabajando de dependiente y ganaba un sueldo de 16 pesos, que empleaba en comprar libros.


Más tarde estuvo en Copiapó, dirigiendo una mina, mientras traducía a Walter Scott. Su pasión era instruirse, en cualquier situación de su vida él necesitaba libros en medio de su vida agitada siguió estudiando y así aprendió el francés, el inglés, el italiano y el portugués.


De regreso en su pueblo natal, estableció la primera escuela para niñas que se conoció en aquella provincia.


Tres años más tarde (1839) fundó un diario. llamado El Zonda, periódico no político, que hablaba del beneficio de las minas, de la siembra de las moras y de moral y educación.


Pero el gobernador de San Juan, Nazario Benavides, confiscó el diario y encarceló al periodista, de donde le sacó la soldadesca para maltratarle al grito de mueran los unitarios, pero Sarmiento consiguió huir pasando la frontera consiguiendo refugiarse otra vez en Chile. Allí fué recibido por don Manuel Montt, entonces ministro y más tarde presidente de Chile. Sarmiento se dedicó a la obra de fundar en Chile, escuelas y periódicos, obras a las que dedicó todo su entusiasmo.


En 1842, fundó en Copiapó la Escuela Normal, que dió luego a Chile excelentes maestros. Sarmiento después de fundar esta escuela estuvo tres años en su dirección y enseguida emprendió un largo viaje a Europa y a los Estados Unidos, para estudiar la cuestión de la educación. Visitó a Guizot en Francia, a Humboldt en Alemania y a Cobden en Barcelona, obteniendo de ellos grandes enseñanzas, pero sobre todo recibió mucha ilustración de Horacio Mann a quien visitó en Boston.


En 1847 Sarmiento regresaba a Chile con su libro "Sobre la Educación Popular", que el Gobierno Chileno mandó publicar y distribuir a su costo.


Sarmiento se dedicó a crear una literatura para las escuelas, empezando desde el más sencillo silabario hasta los libros de moral que esparcidos en los más humildes hogares, llevaban allí la luz y la civilización a los padres por medio de los conocimientos de los hijos.


La Moral en Acción, Vida de Franklin, Conciencia de un Niño, Por qué o la ciencia de las cosas, son obras de Sarmiento que puede considerárselas las precursoras de la instrucción popular en la América A pesar de la larga ausencia, Sarmiento no olvidaba su patria; en todo momento hacía contra Rosas una tenaz guerra con su pluma impidiendo así que la opinión se adormeciese. En 1841 había tratado de tomar parte en una empresa contra el dictador y en 1851 renovó su intención.


En la batalla de Caseros que decidió la caída de Rosas, Sarmiento estuvo en la primera fila como Urquiza, Mitre, Paunero y otros.


Con la misma pluma que Rosas había firmado tantos decretos de proseripeión y de muerte, el Coronel don Faustino Sarmiento sentado delante del bufete del dictador derrotado, escribía el relato de la batalla y la victoria alcanzada.


Después de una ausencia de casi veinte años, Sarmiento volvía a la patria trayendo ideas nuevas.


Había estudiado de cerca a los Estados Unidos de Norteamérica y comprendía lo que tenía de absoluto su credo unitario. De las convicciones de su juventud traía más firme que nunca una sola: enaltecer a la República por medio de la educación popular.


Se querían ceder 3.000 pesos para las escuelas de Buenos Aires; él pidió y obtuvo 600:000. Perdía insistentemente que se organizase un departamento de educación.


En 1857 se le nombró jefe de este departamento y edificó la Escuela Modelo de Buenos Aires.


En 1860 era senador, hizo votar cinco millones de pesos para las escuelas de la República y las esparció por todos los sitios donde hallaba un núcleo de habitantes.


En 1861 era ministro de Estado y no le preocupaban más los trabajos públicos que la enseñanza. Hizo establecer una oficina topográfica dirigida por técnicos que mandó traer del extranjero, y fué la que construyó un dique en las islas del Paraná; fué quien hizo medir y dividir las tierras de varias poblaciones que permitieron vivir y enriquecer a unos veinte mil agricultores.


En 1862 Sarmiento fué nombrado gobernador de San Juan y tuvo que volver a emplear las armas para dominar a la banda del "Chacho". Luego de conseguir esto, se dedicó a llevar la prosperidad a su provincia, haciendo construir la Escuela que hoy lleva su nombre, creó luego una biblioteca popular. Más tarde fué enviado con cargos diplomáticos al Perú, Chile y los Estados Unidos de Norte América (1865), donde Sarmiento conquistó una respetable posición que se fundó gracias a su amor a las instituciones republicanas.


Por esa época publicó "Vida de Abraham Lincoln" muy bien escrita y una obra sobre la enseñanza popular, titulada "Las escuelas, base de la prosperidad y libertad de los Estados Unidos". Es un buen libro que contiene documentos exactos y acertadas reflexiones sobre la educación del pueblo en Estados Unidos.


"No hay libertad, donde el pueblo es ignorante". "Tened escuelas y no habrá revoluciones" dice, resumiendo en estas frases las conclusiones a que ha llegado después de un largo estudio, Transcurridos seis años de ausencia en servicio de la patria, Sarmiento fué elegido Presidente de la República Argentina por el período constitucional que seguía al gobierno del General Bartolomé Mitre en 1868.


Sarmiento se hizo cargo de la Presidencia de la Nación, que se encontraba en la más completa paz en todo el país.


Pero esta paz fué alterada por una revolución acaudillada por uno de los generales argentinos de más figuración y esta alteración lo mismo que la administración pública y la guerra, fueron estrictamente atendidas por Sarmiento, de modo que triunfaron las instituciones patrias sobre el prestigio militar del caudillo sublevado, cupo a Sarmiento la satisfacción de entregar el mando en paz a un sucesor salido de las urnas electorales.


Fué diputado, senador y alto Jefe del ejército argentino. En Buenos Aires redactó "El Censor" y "La Nación".


Es notable su obra titulada "Viajes en Europa, África y América".


Murió en Asunción del Paraguay, el 11 de septiembre de 1888, cuando se ocupaba de la preparación de su libro sobre "Las Razas".


Su muerte fué grandemente sentida lo mismo en Chile que en su patria y en toda América. La prensa chilena manifestó su pesar por su desaparición: la Academia de preceptores de Santiago de Chile dió una conferencia en honor de Sarmiento.


Durante su permanencia en Copiapó cultivé las Bellas Artes especializándose en el dibujo.


Su "Facundo" es una de las obras más notables no sólo dentro del país, sino que en 1889 fué traducido al italiano, en Roma, honor que fué el primero alcanzado dentro de la Literatura Argentina.


Tiene luego entre varios otros, su "Recuerdos de Provincia", preciosa joya de tradición; en sus relatos se revela toda la nobleza y señoría de las familias y la pureza de costumbres de la época.



Libro: Biografías de la Revista Balanza

Autor: Joaquín Trincado

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