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Joaquín Trincado

Circular Magna 1930

  • Foto del escritor: EMEDELACU
    EMEDELACU
  • 2 ago
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1911 - 20 DE SEPTIEMBRE – 1930

 

Balance del “AÑO DE QUIEBRA”

 

PREÁMBULO

 

Márcase hoy el 58º perihelio de nuestro mundo desde que llegó la Raza Adámica con todo el progreso que en los momentos presentes la humanidad presencia, los ejecuta y no los disfruta, porque, olvidada de la moral del espíritu al que ni aun lo conoce siendo hombres solo por él por lo que no pudo, ni supo ejercitar la moral material, que es el fiel reflejo de la moral espiritual: Juicio y Sentencia, que nuestra Escuela expuso bien fundamentado, aun cuando subíamos cuanto se escandalizarían los hombres escandalosos y escandalizadores.

 

No coarta la Ley el libre albedrío, aun cuando éste es sólo relativo, desde que hay una ley dominadora y ella señala las evoluciones con sus grados de progreso y retira de la familia humana, o sociedad, a los que del libre albedrío hacen el libertinaje: (si bien es verdad que los lleva a mundos donde sus pasiones reinan y no son escándalo, porque aun allí, el progreso no alcanzó a legislar las costumbres sociales ni los vicios y delitos) no es menos verdad, que los saca de donde muy a su gusto, por su perversidad causan daño a los más progresados: lo que indica

 

Este caso de justicia, llegó a la humanidad de la tierra; pero se le advirtió desde la venida de Adán y Eva con la familia misionera y quedan como testigos fidedignos, las 40.000 Slokas de Shet, que componen las leyes de Manú y las doctrinas Vedas; las enseñanzas de Con-Fu-Cheu y Sarabasti; las de Zoroastro y Melquisedec; los consejos familiares de Noé que llevan sus hijos (especialmente Jafet), que se ensancha a toda la tierra; el testamento alianza de Abraham en el que el Padre reconoce herederos a sus hijos de la tierra y ya señala, en siglos precisos, cuándo ejercerá su justicia; en los hechos de Jacob, el que recoge los frutos de sus antecesores para fundar pueblos, que en todas formas y modos llevarán al mundo todo, los estímulos del comercio, por unos; los ejemplos de administración equitativa por su primogénito, aunque fuese vendido por sus propios hermanos; la agricultura y el pastoreo, por otros; y en el todo, señala el patriarcado, como causa de la sociedad en vida común.

 

Desde ese momento, se multiplican las riquezas y la explotación de los dones de la naturaleza y se fundarán reinos y habrá jueces, sin importar que haya sacerdotes de cualquier Dios, que invocarán derechos divinos; pues también los concupiscentes invocarán su libre albedrío y se les dejará que apuren todas sus pretensiones; pero la suprema justicia, vuelve a mandar su Legislador en Moisés y señalará un solo Padre, en Jehová, (que es el mismo Hellí de Abraham) que promete una Ley escrita y Moisés la recibe y la lleva a todo el mundo: El Decálogo.

 

Moisés ya desautoriza a todos los dioses y por tanto a sus sacerdotes y sus prácticas perversas de espiritualismo, que todas las religiones han enseñado al vulgo y lo prohíbe hasta con pena de muerte.

 

Ahora empiezan a venir, sin cesar, los de la familia misionera, en los conocidos profetas del pueblo de Israel y otros, en las cinco partes del mundo y todos coinciden en el principio Ario-Veda. Mas las religiones se ensañarán en contra de las nuevas escuelas y caen, entre otros, Antulio y Sócrates y Juan y Jesús, por obra y querer del sacerdocio, espiritualismo, que es todo lo que sea religión, repetimos.

 

Moisés no quiere ser cómplice de los levitas, que siguen, en mucho, las prácticas aprendidas de los sacerdotes egipcios: Comprende, que si da los secretos que entraña el testamento secreto de Abraham, serán mistificados a sus ideas espiritualistas: y luego de acusarlos ante el cielo y la tierra, se retira con algunos fieles que le siguen y se juramentan en el secreto de los números y figuras a que reduce, leyes, promesas y axiomas, que serán cumplidas al cumplirse los 36 siglos que señala Hellí, en el testamento de Abraham.

 

Los levitas, dirán al pueblo, que Moisés ha muerto. Pero Moisés trabaja y con esos juramentados, funda la Escuela de los Esenios (ancianos sabios) y les entrega sus secretos numerados, del 1 al 14 inclusive, pero en figuras geométricas, a lo que llamaron, “Kábala". Los detractores, los espiritualistas, en la no comprensión del secreto de esas figuras, les dieron las interpretaciones caprichosas que sus pasiones les inspiraban y aún siguen capricheando todos los espiritualistas, llámense ocultistas, masones, Rosacruces, Teósofos y falsos espiritistas, cristianos, católicos, evangelistas y de cualquier "especie" como diría Meslier, pero que todos buscan lo sobrenatural, el milagro, el superhombre de Nietzsche y no existe el superhombre sino el hombre; ni el milagro, sino la ciencia y la esciencia; ni lo sobrenatural, sino la naturaleza; todo regido por la Ley universal del Creador, cuyo ejecutor único es el Espíritu, en su vida eterna y continuada. Todo lo que viene a demostrar y lo demuestra; y a implantar y lo implanta el "Espiritismo Luz y Verdad", desde la "Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal", continuación de la Escuela Esénica, que seguirá la pauta de aquella, pero ejecutando ya, todo lo que encerrado fue en sus números y figuras, que no son ya, ni misterios ni secretos, más que para la ignorancia y la perversidad: para la religión y el espiritualismo.

 

Todo esto es histórico, hasta por los libros que los hombres tienen por sagrados. En cambio, al aclararlo nosotros con axiomas filosóficos austeros, los impertérritos detractores, el espiritualismo de todos los matices, pero más rabiosamente las más perversas especies, que arteramente se llaman, ellos, espiritistas, para enlodar el espiritismo y dicen (de nuestros axiomas) que son "elucubraciones"; "patrañas", "absurdos", "inventos del loco, explotador, inmoral, supremático, pontífice, etc., etc., Trincado"... No reímos, no. No lloramos tampoco, porque demostraríamos debilidad. Nos entristece y nos da dolor, sí; porque todo ello confirma nuestro apotegma de que: "Nadie piensa de otro, sino lo que él es".

 

Como es bastante prólogo para los puntos que hemos de seguir en esta Circular, "balance" del "Año de Quiebra" que corremos, cortamos aquí, lo universal, para entrar en particularidades acusadoras, por sus hechos, a las causas y no a los hombres sus efectos. No nos permite nuestra moral y posición, descender al nivel de los viles calumniadores e impotentes, acaso no por sí mismos, sino por su aberración al mal, que es lo que nos da tristeza y dolor, porque amamos y no tememos.


Libro: Circulares y Acta 46

Autor: Joaquín Trincado

 
 
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