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Joaquín Trincado

Explicación del espiritismo

  • Foto del escritor: EMEDELACU
    EMEDELACU
  • 1 sept
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I
Junio 1 de 1917. Por la médium Mercedes

Buenas noches hermanos míos. Aquí hay que entrar rápido y tomar asiento pronto; como en los tranvías; yo no los ví en materia, pero corro y veo y oigo” a los mayorales. “No hay asiento más que para uno”; o como decía un poeta gaucho: “Entro en mi casa maltrecho”.


Así entro yo, entre tantos como quieren llegar a ocupar el único asiento que hay. Pero como me toca a mí, gasto poca galantería y a trompicones y codazos, me abro camino y me siento. No es muy galano dejar damas y niñas derechas o de pie; pero saben que soy mandado y sabrán dispensarme mi inurbanidad.


Hermanos, cada uno puede ver por sí mismo las luchas que debemos sostener los espíritus ordenados en misión por la ley, para ayudaros, defenderos y enseñaros. Pero también podéis ver (y por lo que no veáis os lo diremos) que entre tantos enemigos como a cada uno os persiguen con tanta tenacidad, por lo menos uno, habrá siempre a vuestra defensa. Digo por lo menos uno, principal, bien que sea el guía o un afín adelantado, acompañado de otros muchos afines que no os dejan nunca. Los enemigos, no miran cómo ni dónde han de herir, ni miran las armas que usarán por innobles que sean y hieren a ciegas y con toda la saña de que el odio y el fanatismo es capaz.


Nosotros, no podemos usar esas armas. Nuestras armas, han de ajustarse a la justicia y de aquí que os lleguen algunos arañazos de las furias de esos ciegos. Esa es la lucha desigual que tenemos que tener entre nuestros afines y los perversos, enemigos de la causa.


He ahí descripta en pocas palabras la lucha. He ahí sintetizado el camino de la lucha que habéis de sostener también vosotros; y si sois conscientes con vuestros guías y afines y si la sostenéis, jamás recibiréis daño; pero en todas formas, jamás seremos vencidos los que luchamos por la justicia.


Cuando nos ayudáis en la lucha y triunfáis, “un pedacito de cielo” decís que véis en el bien que gozáis; y si por no ayudarnos ni oírnos caéis rendidos, un infierno de sufrimientos os envuelve y un purgatorio de tormentos se os vuelve la lucha por la vida.


No por eso os espantéis hermanos; no por eso os arredréis; no por eso desmayéis, porque al fin, esos negros, esos aberrados, han de pagarlo todo, porque la ley no perdona nada.


Más recibís daño por injusticia y por justicia, el bien llegará. El día del bien, ha de alumbrar para todos y especialmente para los que sabéis que lleváis un alma y un espíritu que cumplen una misión de ley que ilumina, para que la materia sirva de base al progreso del espíritu, que ha de vivir toda una eternidad.


No miréis el sufrimiento como un castigo; ni murmuréis de Dios por el sufrimiento. El Padre, no castiga; no tiene castigo aunque tenga corrección en sus inexorables leyes; y si por injusticia sufrís, no es culpa de la ley, ni del Padre: es culpa de la injusticia de los hombres; y porque el Padre sabe que en algunos de sus hijos, la concupiscencia de la carne les hará cometer errores e injusticias contra otros de sus hermanos, nos lo ha prevenido diciendo que lo llamemos y estableció la solidaridad del espíritu, ordenando que, el espiritismo sea el consuelo de los que sufren, por la comunicación de los hermanos de luz y maestros de sabiduría; y lo véis cumplido.


Como véis esto cumplido, todo también lo habéis de recibir. No os ofrezco, hermanos, la gloria ni el premio que os enseñó la religión. El bien, la felicidad de que os hablo, es la satisfacción del bien hecho y del deber cumplido.


Cuánto tardéis en poner vuestras cuentas al día, tanto tardaréis en recibir esa felicidad que el alma siente, del espíritu satisfecho.


Habéis de pagar en cualquier tiempo; pero siempre en la misma moneda que la deuda fue hecha y pongo un ejemplo; porque en este punto el más interesante de saber los hombres, no quiero ser acusado de haber dejado duda. Uno, ha obrado en una existencia contra un hermano y le arrebató la vida; o le afligió por la supremacía; o le negó el alimento. Pues esa deuda, ha de pagarla pagando esa falta de alimento, siendo afligido por la supremacía y tendrá que darle vida en un nuevo cuerpo a aquel que se la arrebató; y cuanto se os diga del perdón del Padre, por una confesión y absolución (lo que es irracional) ni aún por el perdón de vuestro ofendido, os dicen mentira: blasfeman contra el creador, porque lo hacen parcial y cómplice y lo demuestran injusto y voluble.


Aquella vida cortada; aquella aflicción injusta; aquel robo de alimento, figura en el débito de la ley: ésta no puede perdonar y no perdona aunque el ofendido sea noble, (como buen hijo del Padre de amor) y haya perdonado al ofensor. Pero esa misericordia, hija del amor y del progreso espiritual, no ha hecho la obra que falta en la ley; no ha llenado la vida que hay de menos en el libro de la vida y solo restituyéndola; creando de nuevo una vida en un cuerpo material, quedará igualada la balanza de la ley.


Cuando has satisfecho esa cuenta, la satisfacción te inundará y esa será tu gloria, tu progreso, tu dicha y tu felicidad. Esto es riguroso para cada uno.


Hay muchas veces, que de esa satisfacción, algo se experimenta en la misma existencia; pero cuando disfrutaréis de toda su satisfacción será, en existencia posterior, porque cuando habréis vuelto al espacio, repasaréis vuestro archivo; y al ver cancelado vuestro balance, dispondréis las cosas necesarias, para volver para disfrutar como hombres el producto del anterior trabajo y sacrificio.


Pero vosotros diréis: No hay un hogar, no hay una familia en paz y no es posible esperar el bien y no es posible tampoco saber si cobramos o pagamos.


Tenéis razón: Pero no achaquéis a dios como entendéis en él al Padre: achacarlo a los hombres; achacarlo a vosotros mismos que habéis sostenido y sostenéis una religión y doctrinas que os oscurecen la verdad. Pero hoy, ya no tenéis excusa porque, en esta escuela se os declara la verdad clara y comprensible al más sencillo entendimiento.


Mas también estáis dudosos, porque en mil puntos os engañaron con un disfrazado espiritismo, baldón del espiritismo luz. Pero achacadlo a los espíritus negros y aberrados, que sabiendo que el espiritismo los descubre y los denuncia, lo han amalgamado y luchan desesperadamente. ¿Pero para qué tenéis la razón? ¿No hablamos aquí, claro y terminante? Pues obrad como se os dice en esta escuela y el bien os llegará pronto.


No: no hay paz en ninguna familia, ni en ninguna nación ¿La causa? El maestro os la dirá en sus libros, pues no puedo yo tocar cosa tan grande y minuciosa, ni es esa mi misión en estas conferencias. Pero sí os diré, que es porque ha sonado la hora de la justicia y vuestro espíritu lo sabe. Os han hablado del juicio y del fin del mundo; y aunque no es como terrorificante os lo han enseñado las religiones, el fin del mundo supremático e injusto y su juicio, sí, llegó y se hizo y vuestro espíritu lo sabe y le aprietan a pagar, o dejar la tierra. De aquí surge esa guerra en la conciencia y en los cuerpos, por lo que no se encuentra amor, ni paz en los hogares.


¿Pero es culpa del Padre?... Hermanos míos, el Padre no castiga; el fin del mundo será, cuando esté en la ley. ¿Y qué más horror (si queréis para un juicio final) que el juicio formado a cada uno, con todos los horrores de vuestras muchas existencias? ¿Qué más horrores materiales que los que estáis viendo con los estragos del hambre mundial; de los ríos de sangre en los frentes de batalla; de los continuos terremotos, inundaciones y otras hecatombes que sabéis todos los días? Resistir esos embates hermanos míos sin oponeros a la justicia que está en acción y os doy como consuelo, el estudio de estas enseñanzas del espiritismo; y como lenitivo, amaos los unos a los otros, como hermanos que sois en espíritu y materia.


No perjudicaros el uno al otro; mucho amor mutuo; mucha paz y calma en vuestra alma; huíd de los que denigran el espiritismo por sistema y por maldad, porque haciéndoles el vacío, morirán asfixiados en su ambiente; para lo cual, estad muy unidos vosotros.


¡Si supierais cuánto adelantáis y qué fortaleza sois estando unidos y juntos en vuestros pensamientos! Y no es que esto os lo imponga tampoco el Padre; os lo aconseja y no os quita la libertad. Pero se os recuerda, porque está en vuestro espíritu. Mas éste, hoy está soliviantando por la ruda lucha que sostiene con el detractor y este aviso es del amor del Padre, para demostraros que os ve en la lucha y os anima a ser fuertes y vencer.


Yo me expando, cuando como ahora soy escuchado por regular número de hermanos y experimento alegría por estar entre afines, agrandando la familiaridad y estrechando la unidad, que debe ser cada día mayor.


Os doy ejemplo de consuelo y no os aflijáis por el sufrimiento; si lo sufrís por injusticia del enemigo, recibís la ayuda de la justicia. Y si sufrís por pagar vuestras deudas, la satisfacción os llegará; y en todos casos, llamad, que siempre seréis contestados.


Buenas noches. Mi amor os dejo. Paz tengáis.

Mactheuix.


II
Junio 8 de 1917. Por la médium Mercedes

Buenas noches hermanos míos: Sí, oí la recomendación de la Madre y debéis tomar el consejo.


Tanto tengo yo que decir...tanto anhelo tienen de que aprovechéis las enseñanzas de esta escuela, que yo, no puedo menos de venir cada vez, si cabe, con más amor y por lo mismo, acaso con más rigor en mis palabras siempre que no os fatiguéis de mi monserga.


Yo no me fatigo, ni me cansaré de deciros las cosas con la claridad necesaria; pero repito, si es que no os fatigáis: porque sé que cuando se va todos los días a una misma cosa, ocurre que os cansáis: Pero yo os pido en amor que no os canséis de oírme y de meditar mis consejos y palabras, que son todas experiencias del hombre, comprobadas en la vida de espíritu: ya sabéis mi historia, un tanto larga.


Venís con ansia de aprender: pero luego desfallecéis, porque queréis encontrar de seguida solución a vuestros asuntos y no consideráis, que siendo vuestro destino, éste ha de cumplirse.


Parece que sufrís una decepción: Y es que el detractor os pone dudas, os anubla en vuestra marcha y quedáis como estáticos.


Luego, la voz de vuestro mismo espíritu os acusa, porque el guía hace esfuerzos supremos y volvéis de cuando en cuando y se echa la casa por la ventana, como decís. Hay nuevas promesas; luego, nuevo decaimiento; nuevo alejamiento: Es la lucha de los dos extremos; pero si observárais en esta retirada, al daros cuenta de la intriga que el detractor os llevó... un dolor intenso hará sufrir a vuestro espíritu. Y habéis visto muchos ejemplos, en muchos espíritus que habéis oído comunicarse por primera vez y los habéis visto llorar y lamentar su equívoco; venir en todas formas, que de todos modos sois bienvenidos: Pero por esta inconstancia y porque en esta Escuela no están los grados distribuídos por aulas, hay que repetir (aunque sea recopilando) siempre lo mismo y ya véis que no es nuestra la culpa de tener que repetir las cosas tantas veces, sino el que no continuáis con regularidad y que además, hay siempre hermanos nuevos y éstos deben llevar una palabra, un principio que meditar y que estudiar y no podemos daros los grados más elevados ignorando los primeros y elementales: causa también por la que no pueden llegar los consejeros y el Espíritu de Verdad, a dar principios y cátedras de más alta sabiduría: Porque, en estas categorías, antes... hay tanto que deciros... hay tanto que enseñar al principiante, de esa dínamo que llevas dentro de tí mismo y que mueve vuestro cuerpo, vuestras manos y vuestro corazón, el espíritu; que si estuviéramos en conferencia permanente toda una existencia, nunca se acabaría de hablar, de estudiar y de aprender.


Sí: vuestro espíritu, que encerrado en cada uno va, es esa dínamo que mueve la cosmogonía: Y la solidaridad formada por todos los espíritus, es el espiritismo. Ese es el gran mecánico que opera la creación.


Pero, ¡hermanos míos! Ese mecánico está encerrado en la materia: en la opacidad de la materia que le anubla en su inteligencia y hay que rasgarle el velo, cuando por una torcida educación (que es general en la tierra por la influencia religiosa). A esto viene el espiritismo Luz y Verdad.


Hay algunos que se descubren por sí solos y pueden ayudar y ayudan con sus principios y adelantan el progreso, en el que participan todos y es como un aldabonazo que se da a la puerta de los encerrados por la mala educación, o por su amor desmedido a la materia.


El progreso hace despertar y la unión es la única que puede hacer el progreso. Los iniciadores de esa unión, son hermanos de misión para la atracción de los otros y extender la afinidad.


Yo, que he sido designado para esta cátedra de primeras letras del espiritismo, os manifiesto (como es mi deber) estos principios y así, a los que se fatigan les digo, que tengan paciencia; que si ellos saben ya estas lecciones, hay hermanos que aun no las han oído y yo no puedo faltar a mi deber de instructor, con cuya enseñanza, quiero ensanchar la afinidad y hacer la unidad entre todos.


Os he hablado ya de lo que es el espiritismo; la misión del espiritismo; lo que es el espiritismo (que lo es todo) y sabéis a cuanto obliga el llamarse espiritista: y ahora, por si alguno no lo cree y no se convence, digo: que cada uno sois un espíritu y cada día al levantaros, debéis pensar y meditar un rato, lo que es el espíritu.


Cómo acciona; cómo se mueve y con qué armonía marcha el universo: Y pensad que todo eso, es obra sólo del espiritismo que en la unidad ordenada por el Padre, ejecuta esos movimientos de la escala cromática de la vida.


Yo quisiera, que cada uno os conociérais a vosotros mismos y de que en ese concierto está vuestro espíritu y que es probable que tenéis en ello una misión. Y tened seguro, que casi todos los que llegáis a esta escuela tenéis misión más o menos grande, por lo que se os recuerda para que no aleguéis ignorancia.


¿Creéis, que si no fuera por esos perversos que se empeñan en no seguir paralelos con el progreso, habría ninguno que dudara de la misión del espiritismo?... No habría ninguno que dudara, porque cualquier razón, la más pequeña que pueda aducir el espiritismo, es lo bastante fuerte y grande para rasgar el velo de la materia y llenar un vacío en el alma del hombre. Pero aun esos mismos negros y perversos han de llegar a la unidad y armonía del espiritismo: Será a cuenta de sufrimientos en muchas existencias, pero llegarán; se amarán y verán que nadie será ciego eternamente. No importa el modo y cuándo llegarán: llegarán quieran que no, porque nadie ha vencido al creador... Entonces. ¿A qué obstinarse? Al fin han de pagar y en buena moneda, todo lo que deben. Lo que les debe servir de saludable consejo; porque lo han de pagar al mismo acreedor.


Comprended que el Padre no sería justo, si a todos no obligara en su ley inmutable, a que cada uno pague en buena moneda toda su cuenta: Y entended, que cada uno en su grado, cumplís una misión.


Más esos perversos, que se empeñan repito, en obstaculizar el progreso de los que marchan por el camino del amor, por el credo espiritismo (que no admite error, ni ignorancia, ni fanatismo), en su astucia, a unos os hablan de la gloria; a otros del infierno; de las penas del purgatorio; de las iras de dios; de los milagros; de la caridad y de todo lo que constituye el absurdo religioso... Yo os hablaría mucho de esto, para demostrar lo equivocado de esas religiones y credos que temen al espiritismo, porque los descubre: pero no es de mi incumbencia y no me salgo de las órdenes que recibo: y además, esto, ya lo tiene el maestro escrito y os lo dará a su tiempo.


Mas no creáis que sea nuevo el espiritismo como dicen los enemigos de él: es tan viejo como el creador, porque el espíritu es tan antiguo como el creador del que procede. Pero ha estado oculto, por lo mismo que está oculto vuestro espíritu encerrado en vuestro cuerpo y sólo cuando el progreso se lo permite se desdobla y sale de su cáscara y es cuando puede darse cuenta y manifestarse y dar muestras de vida.


Si el espiritismo lo han mantenido oculto los Maestros (como hay tantas verdades ocultas), es porque así convino a la justicia de la ley. No ha llegado antes de ahora, el Espiritismo Luz y Verdad. ¿Sabéis por qué? Porque están esos negros explotadores, mistificadores y supercheros, que han creado esa falange de los sin conciencia, charlatanes y adivinas, que denigran la verdad: Y no me costaría mucho probar, que los detractores, son los fundadores de ese peligro humano, que al fin, hoy los persiguen hasta la policía, que es decirlo todo.


Ya lo he dicho: El espiritismo, no es para explotarlo; no es adivinanza; no es charlatanería; no es superchería. Es la verdad del Padre, es el credo de todo el universo y es la omnipotencia, por la solidaridad. Es la luz, es la justicia, es el progreso. Porque es la sabiduría.


¿Como creéis, que esa falange de negros, mistificadores, charlatanes, adivinas, supersticiosos, criminales (y algo peor que me callo), podrían pretender que se les entregaran las verdades supremas del Espiritismo para denigrarlas? ¿No sería esto una injusticia de los Espíritus de luz? ¿No revelaría que no eran sabios? ¿O habían de ser ellos más prevenidos, guardando y ocultando a sus creyentes el secreto de las fuentes sucias donde se alimentaban, que los espíritus Maestros no ocultando las grandes verdades, hasta que hubiera siquiera un hombre que los pudiera recibir y comprender?


Hermanos míos, no os fiéis de apariencias. ¿Cómo creéis que un Espíritu de Luz, se ocupe en deciros la buena ventura, ni adelantaros nada de vuestro destino? ¿Por qué os han de hacer sufrir diciéndoos lo que habéis de luchar y quien sea vuestro enemigo particularmente, para precipitaros en un abismo, del que justamente quieren salvaros? Yo, que soy sólo media luz, pero que por los maestros me ha sido señalada esta cátedra, bien que sea para explicar los rudimentos del Espiritismo Luz y Verdad... ¿Creéis que si me invocara mi padre ni mis hijos para que les dijera la buena ventura, acudiría?... ¿Cuánto menos acudirían los maestros que tienen luz plena? ¿Creéis que toda esa adivinanza, cartomancia y tantas otras artes de ese género, no son invención de las religiones para denigrar el puro y verdadero Espiritismo? Os remito a la historia y ella os lo confirmará.


Todo esto es obra de los mistificadores: y no os hablo de los supercheros...por asco.


Los espíritus de luz, tienen mayores cosas mandadas. Preparan la hora suprema de dar la voz de redención definitiva. Pero aún hay mucho que purificar; mucho que estorba y que se ha de quitar y mucho que enseñar a los que acudís a esta escuela, para que seáis los portavoces de la verdad.


No os equivoqueis hermanos. No os dejéis engañar por falsas apariencias y promesas falaces. El espiritismo es doctrina de Amor, de sabiduría y de cordura.


Estudiad en estos principios; bebed de estas fuentes puras y, luego os darán más profundas enseñanzas y yo tendré la satisfacción del deber cumplido, puesto que veré que mis enseñanzas son el cimiento de vuestro edificio de Amor.


En estos principios, (no estando prejuiciados) aprenderéis y veréis que tengo razón y os animaréis a seguir: Pero cuando no estéis conformes, no os calléis, decidlo, y si mi luz no es bastante y no habría de venir un consejero, yo llevaré el estudio al maestro correspondiente y lo traeré aclarado. Con esto os quiero decir que, el espiritismo todo lo aclara, todo lo ilumina y todo lo domina: porque, por escala, vamos de menor a mayor y entre todos, todo se sabe.


Con esto también, me ayudaréis a tener tema en mis conferencias, para disertar sobre el punto que más os interese y se rompería así la monotonía. Pero es preciso que continuéis, para que la enseñanza no quede truncada en vosotros. Haced así y veréis, que cuando paséis al espacio, me diréis: Tus consejos, eran hijos de la experiencia. Y es así hermanos míos, por lo que no debéis vacilar en oírme y poner en práctica lo que oís.


Buenas Noches.

La paz sea con vosotros.

MACTHEUIX.


Libro: El espiritismo en su asiento

Autor: Joaquín Trincado

 
 
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