Un solo idioma hará una sola raza
- EMEDELACU

- 16 oct 2023
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La sabiduría consiste en tomar del mal el menos y sacar bien del mal.
La promiscuidad de palabras de los idiomas enriquece al idioma que puede asimilarse las de los otros, y de esta asimilación viene la razón de que sea comprendido ese idioma por los hombres de los otros idiomas, sin grandes dificultades; tal es lo que sucede con el español o castellano; por lo cual como hemos de estudiar luego, el español, no sólo puede ser, sino que será el idioma universal.
Más de 50 etnicismos secundarios se funden en la lengua de Cervantes, sólo de la Iberia, sin tener en cuenta los modismos e idiosincrasias Árabes, Hebreas, Asiáticas, Africanas, Americanas y Oceánicas y, aun Caucásicas y por lo tanto Rusas, fundiéndolas todas en sí misma la lengua Española, que, además, tiene la naturalidad que ninguna tiene, escribiéndose como se pronuncia y pronunciándose sin ningún diptongo ni guturación.
El idioma Raíz Ibérico es el Vascuence y éste es hijo directo del Rico Sánscrito y os remito para el caso al estudio del Ingeniero F. de Basaldúa, “Contribución al estudio de la prehistoria universal” y a la traducción directa del Sánscrito al Español de las “Leyes de Manú”, por José Alemany, recientes ambos trabajos, 1907 el primero y 1912 el segundo, lo que no es tampoco casual.
Por cuanto se diga que la lengua española sea dependiente de la griega y la latina, no se podrá afirmar que estas sean más antiguas que aquélla, desde que es un error por que, los Iberos y Celtíberos, son anteriores a los Helénicos y latinos, que formaban pequeñas Repúblicas si las podemos llamar así o aun tribus si queréis; pero que tenían sus Dialectos de los que, aún se conservan algunos casi íntegros y que todos han contribuido a la formación del rico, fuerte y natural español, haciendo de 50 etnicismos peninsulares, una nación unida, inmortal, invencible y madre de más de medio mundo, por la civilización suya exclusivamente, que, los modernistas no pueden reformar. Sólo la evolución transforma progresivamente sin borrar su sencillo e inconfundible carácter y el amor, la fortaleza y la Hidalguía, representado para siempre en el gran Quijote, cuya moral está contenida en la “Carta Universal”, del Apóstol de España, Santiago.
De un confín al otro del mundo, llegan hombres a España, sin conocer el idioma (el que hoy se extiende en la América del Sur y por lo tanto se extiende España) y ninguno de esos ignorantes del cervantino hablar, pasa agobios ni penurias por no entenderlo. Id en cambio a los dominios del inglés, del ruso, y aun del francés, y es una comedia cómica, la mímica que cada uno tiene que inventarse para hacerse entender, siquiera sea para satisfacer las más perentorias necesidades.
El mundo ha reconocido ya la necesidad de un solo idioma: el Ruso no quisiera que el suyo sea desconocido; el Inglés querría imponer el suyo y el Francés lo exigiría; pero la ley sabe imponerse y triunfa señalando al español, que es aceptado por la fuerza de la necesidad por todas las Naciones, reunidas en un congreso Lingüístico en Washington en 1906, donde se acuerda que, “En todas las universidades, se den por obligación dos cursos de español”, y así se hace. ¿Cuál es el fin? Pues que el idioma español, por su valor universal, sea el idioma único en su tiempo. ¿Cuál es el secreto supremo de la inflexible ley en este punto capital? El secreto capital supremo, aún se debe callar. Pero el secundario aunque supremo también es que, cumplidos los tiempos, la humanidad tiene que vivir en una sola familia, en la comuna de amor y para ello un solo idioma que rompa y borre todas las fronteras se impone, por que no puede ser con los diferentes idiomas, por que son estos los que unifican o dividen; los que crean los etnicismos y las idiosincrasias; por lo cual, para que haya un solo etnicismo e idiosincrasia fisiológica, sólo puede ser con un solo idioma que en tres generaciones, hace una sola raza; la que tendrá las energías que el idioma tenga.
No hay necesidad de argumentar más sobre esto, ni tampoco decir que, una sola lengua lleva siempre puro el pensamiento de los hombres; pues sabéis que, en las traducciones, se desfigura hasta la moral y se pierde la contundencia del pensador.
Demás está decir que, se impondrá una sola ley; un solo gobierno, que no puede tener más tópico que el amor, con sus derivados igualdad, libertad y fraternidad, teniendo como único símbolo la justicia, por la sabiduría.
Hace simples Diez años, cuando por primera vez proclamó mi Escuela el reinado del Espíritu, en el régimen de la Comuna Universal… Estupefacciones, risas despectivas y aun burlas hasta de los llamados libres, recibí. No desmayé; estaba convicto; sabía el secreto infalible del creador y, hoy… La Comuna… ya no asusta; se pide en todo el mundo… y… se establece aun contra el querer de sus enemigos que son, los enemigos del pueblo.
Sí, el pueblo de todo el mundo está unido y juramentados todos los espíritus de todos los trabajadores; pero las materias encuentran aun barreras en las fronteras, por los idiomas. A romper estas irá el idioma español, lo que no ha podido igualar el mixtificador esperanto. Es que los decretos del Creador son infalibles y se cumplen siempre.
Se unirá por este eslabón todo el mundo, y por esta filosofía austera, se hará una sola moral, cuyo fin tiene, no reconocer más que hombres hermanos. Entonces la augusta justicia de cada uno, dará asiento inconmovible a la deseada paz; y, no puede ser antes. Inténtenlo los hombres y verán que sin esta filosofía su intento fracasará.
Este es el fruto de un solo idioma.
¿Qué será de los otros idiomas? Formarán un museo bajo el nombre de “Babilonia” y esta profecía, se cumplirá del todo con el paso de tres generaciones.
Libro: Filosofía Austera Racional
Autor: Joaquín Trincado
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