Las acciones humanas; Acciones físicas
- EMEDELACU

- 15 ago 2024
- 6 Min. de lectura

Las acciones del hombre, instintivas o habituales, espontáneas o reflexivas, son los elementos constitutivos de la conducta: este debe seguir las inducciones del sentido moral y es forzoso examinar los casos en que los actos humanos favorecen en le tendencia racional de la conducta y en qué casos pueden contrariarla. Veamos, pues, su mecanismo.
Un acto puede ser considerado desde cuatro puntos de vista principales:
1°._ Como fenómeno de orden Físico y constituido por movimientos perceptibles.
2°._ Como fenómeno Biológico o producto del ejercicio funcional del organismo.
3°._ Como fenómeno Psicológico, en cuanto a los estados de conciencia, antecedentes y concomitantes.
4°._ Y como fenómenos Sociológicos, por lo que toca a los efectos y consecuencias que se le reflejan en la vida social. Estudiémoslos.
1°._ Considerados como fenómenos físicos, los actos humanos, ofrecen una peculiaridad minuciosamente descripta ya por Spencer y autorizada en los libros de esta escuela ya precitados y hechos ley en nuestro “Código de Amor Universal”. Probablemente, hay mayor coherencia en la conducta del hombre virtuoso, que en la del vicioso.
¿Es que la ley dominante da a uno más medios que al otro? En ninguna manera. Lo que hay es que el vicioso no cumple la ley y ésta exige su cumplimiento y se va imponiendo cada vez más fuerte porque ella no puede ser vencida y el vicioso se agobia a sí mismo y comete a despecho todas las inmoralidades. En cambio, el que oye la ley obra el dictado del sentido moral y obra en razón buscando siempre la armonía y la coherencia.
Pero hay un grado más alto al que pertenecen los misioneros todos: y ese grado es que, ellos no están en la ley, sino que la ley está en ellos, que no es lo mismo.
Es que el hombre de buena inclinación procura ser consecuente con su sentido moral, mientras que el disoluto obedece únicamente al impulso homogéneo de su inmoralidad, y chocando con los obstáculos, vence sin ley, o es vencido; produciendo así una serie de actos incoherentes y difíciles de prever.
2°. _Considerados como fenómenos biológicos, los actos humanos, pueden producir obsesiones orgánicas o disminución de la vida. Para la moral pesimista, tal efecto carece de importancia, pero como la vida completa es condición de la moralidad, cuyo instrumento es el cuerpo, resulta que sólo en los casos excepcionales de que hablaremos en la moral práctica, no puede reputarse buena una conducta tendiente a la destrucción del organismo. Y como lo general es que los vicios disminuyan la vida, aunque sean fruto de anomalías fisiológicas, y aunque sea por los placeres no tomados con justa medida, son punibles ante toda ley divina, natural y humana.
3°._ Considerados como fenómenos Psicológicos, los actos humanos, conforme el sentido moral, son más perfectos cuanto más complejos son los impulsos determinantes, o los motivos que han concurrido a la deliberación volitiva.
Ocurren en este caso los hechos más tremendos de la historia y de las evoluciones, como los siguientes:
El caso de Shet, considerado en su verdadero valor de regeneración y unificación de toda la familia terrestre en una raza, la adámica, bajo un solo Dios, El Creador, Padre universal.
Los casos de Jacob, fundando un pueblo de su sola familia y el de Moisés, libertando a ese mismo pueblo y entregándole por ley moral-político-social el Decálogo.
Los casos en su contra de la creación del Dios Cristo y el nacimiento de la Iglesia Católica.
El descubrimiento de América, desmintiendo el dogma religioso de la pequeñez del universo y de un Dios vengativo y sanguinario y por fin:
Esta guerra mundial, que trae como resultado la revolución Psíquica de todos los espíritus, sacudiendo todos los yugos para establecer la comuna de Amor, como fruto necesario del despertar de las conciencias.
En el grado inferior de la cultura o desarrollo intelectual bajo las religiones el hombre se resuelve en virtud de la satisfacción inmediata de sus deseos y apenas si lo contiene un peligro demasiado próximo y tenemos millones de ejemplos de titulados mártires... que a poco que ahondamos filosóficamente, comprobamos que son suicidas por el fanatismo religioso que es ciego.
En su grado más elevado, el hombre se representa mentalmente las consecuencias dolorosas del acto imaginado y llega a desdeñar los placeres inmediatos, porque sabe preferir lo útil a lo agradable.
Y por fin, en los tramos superiores de la inteligencia y la cultura verdadera, los motivos ideales y las consecuencias previstas se presentan en número y complejidad mayores, a punto de desdeñarse el placer próximo, no solamente en vista de un dolor futuro y superior, sino también ante la perspectiva remota de un placer más conforme a la naturaleza social del hombre.
Para evitar (o al menos obviar) la relación de tendencias contrarias a la moralidad, se han establecido castigos e indicado males futuros, tendientes a que el hombre se abstenga de obrar el mal, o por temor a los demás hombres o por temor a las autoridades, o por temor a la opinión, o por temor religioso. ¿Han conseguido todos esos temores ni aun con la pena de muerte, que los hombres tengan la moral práctica del bien? Ya hemos sentado donde corresponde que nadie corrige ni redime a nadie, sino la hartura y saciamiento en justicia, y el terror no tiene la virtud de evitar la comisión de un acto al cual se está inclinado, que a lo más hará retenerlo un momento más, pero lo cometerá y acaso premeditado, en cuanto tenga ocasión.
La causa de esto es que, los que se han metido a comerciantes de la moral, las religiones y los gobiernos feudos de ellas, no tienen más que la moral de su supremacía y para ellos no hacen las leyes necesitándolas más que aquellos para quienes las hacen: y es porque las temen, desde que perciben quieran que no, que obran en desacuerdo del derecho natural y común, que es el grado superlativo de la inmortalidad.
El ejemplo hermanos, el ejemplo es buen maestro; el recto criterio no depende en detenerse ante una perspectiva de castigos ni dolores inmediatos o futuros, sino por el goce anticipado del cumplimiento de su deber, o lo que es lo mismo por el simple placer de obrar el bien.
4°._ Considerados como fenómenos sociológicos los actos humanos deben ser cooperativos; es decir, que nuestra conducta debe constituir una actividad concurrente al bienestar social. Este exige al principio grandes sacrificios individuales, pero a medida que progresa el organismo social, éste retorna a los individuos, en forma de beneficios los esfuerzos Psíquicos que aquéllos le han consagrado.
En este punto es donde reside la causa de la libertad de los pueblos de que tantos ejemplos nos da la constitución de Naciones, que es estable por un período; hasta que se hartan los cooperantes y se ven estrechos dentro de las rayas de sus fronteras o se hastían de su régimen y lo voltean como en el caso presente en tantas naciones; pero ofreciendo el caso insólito en la oprimida Rusia, que pasa de un golpe, arrollándolo todo, el Zarismo más autocrático y verdugo, el régimen comunista pero también de terror y de equívocos, como fruto de una desesperada y secular lucha de odios, nacidos en la opresión, en el terror y la más crasa ignorancia impuesta por la religión y el estado, cuyo jefe era el Zar.
Poco antes dio un gran ejemplo ¡¡la retrógrada China!! destruyendo el trono e implantando la república, lo que es indudable que dio valor a los oprimidos Rusos, que en estos momentos se dan las manos los dos más grandes territorios de la tierra y... El comunismo se extiende con pasos de Gigante acelerado como a pasos de Electricidad, a toda la tierra.
Los titánicos esfuerzos del hombre para libertarse, no pueden menos de serle recompensados: y La Comuna una vez que reciba el “Código de Amor Universal”, “todo el mundo comunizado” le será su recompensa.
El fenómeno social presente es universal y está en él, todo el proletariado que es 4/5 partes de la humanidad. ¿Por qué se opone esa parte parásita, a quien la historia y la filosofía, le carga toda la culpa de la falta de sentido moral y con ello, de todos los males que sufrió la humanidad? Su resistencia, su oposición, sus engaños, tienen que resistirlos los que siempre fueron vilipendiados y sin derechos y como los asesinaron, asesinan, matan e incendian. ¿Son culpables? Firmemente, no: pero sí son responsables porque deben anteponer el “Perdón al enemigo” al “Ojo por ojo y diente por diente” del profeta, que la religión enseñó como moral, siendo así que el profeta lo dijo, vaticinando que la opresión, traería esa consecuencia.
Terminemos: El carácter cooperativo de las acciones humanas, significa también la ayuda mutua entre los grupos sociales cooperamos y esta ayuda mutua debe entenderse mientras sólo son colectividades la beneficencia, la buena fe y la justicia; que cuando ya es comunal entonces esa ayuda es absoluta, fraternal, pagando amor con amor que es la perfección de la moral, que dejará de tener virtudes, para convertirse en virtud moral.
Libro: Filosofía Austera Racional Quinta Parte
Autor: Joaquín Trincado
%2014_30_25.png)


%2014_30_25.png)


