La regeneración por el magnetismo
- EMEDELACU
- 5 oct 2023
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Todos saben que el Magnetizado, queda bajo el poder del magnetizador; porque si fue accesible, es por la ley de las fuerzas. Es aquí donde existe el peligro del mal uso del magnetismo; pero que, ese peligro desaparece en todos los discípulos del "Método Supremo", porque antes que la parte mecánica, les enseña las leyes que rigen al Magnetismo y pone de manifiesto las condiciones del operador, por las que no puede menos de ser un misionero de la verdad, o será desmentido por él mismo; por lo que, podrá haber pocos, pero serán buenos operarios y se ponen en relación no con los genios, sino con la cosmogonía infinita y, uno solo, valdrá y podrá más que todos los otros que no están en ese círculo que forma el "Método Supremo", aunque sean millones; pero que serán como aquel que le faltaba la comporta: no tienen base y caerán.
Claro está, que un operador como lo quiere hacer este "Método Supremo", ha de ser un hombre regenerado; y entended bien que no digo santo; porque los santos, si no son por primero sabios, son santos ignorantes y de pega; a estos santos religiosos, cualquier médium y sonámbulo que esté dentro de este Método, os dirá: que para ser santo Religioso, son necesarias dos cosas: ser ignorante y fanático; pero yo os digo, que en general son éstos, todos esos genios que la superstición os dio y aquí quedan al descubierto y deshechos; estudiad sus frutos y conoceréis, sin equívoco, el árbol. Que rebatan, si pueden, con balanza fiel estas aseveraciones: pero ya veréis, amados discípulos, que solo os pondrían por delante dos absurdos: el milagro, que cualquier sonámbulo y todos los verdaderos médiums hacen y explican esos milagros, lo que quiere decir que, son efectos naturales, de causas naturales; y esto, la ciencia lo ha hecho ley. El otro absurdo, aún es mayor, el dogma; y como esto es contrario a la ley de libertad y la humanidad ya tiró la esclavitud, basta de hablar del dogma; pero debo advertiros, discípulos queridos, que, sonámbulos, médiums, magnetizadores y espiritistas, solo han sido perseguidos con saña por las Religiones de los santos, porque los saben desmentir y destruir sus dioses, condenados ya en Isaías. Y dispensar esta digresión circunstancial, pero necesaria aquí:
Siendo un operador regenerado, está en ley y potencia de regenerar a otros hombres por el magnetismo, en cualquiera de sus grados, por la imposición de la fuerza Magnética.
Esto es muy meritorio para el operador y aún más beneficioso para el operado y más para la sociedad.
Suponemos un beodo consuetudinario; cualquiera ha visto esos terribles cuadros de vergüenza, escándalo y miseria, en los hogares humildes; la degeneración despótica y los crímenes más nefandos en los aristocráticos, aunque de estos salen a la superficie el uno por millón (único favor que le debemos a la educación hipócrita, cubrir esas llagas de sus educados).
Pues bien, acuda un discípulo de este Método, al lado de esos desgraciados; aprovéchese de los momentos serenos; y como ha de encontrar buena acogida en la familia al exponer sus propósitos, la amistad le dará una ocasión en que, como juego, o interés de descubrir su porvenir, de que se preste y magnetícelo, imponiéndole con la más grande autoridad, dejar ese vicio denigrante y degenerador: quizá a la primera vez lo consigáis; pero a la tercera, es seguro que habéis hecho el milagro, a disgusto de los santos milagrosos, pero en cambio, las bendiciones de la esposa y los hijos y su alegría, será vuestra palma; y ved si será meritoria y laudable la hazaña.
Estudiad a un individuo en sus tendencias de criminal, en cualquiera de los capítulos de la Criminología, sea del robo, del juego, del asesinato, de la trata de blancas, lo que a falta (el operador) de las facultades de la videncia o de la intuición, ya dispondrá de un instrumento de su confianza, sonámbulo o médium de posesión, o de otra facultad suficiente para andar sobre seguro y busque la compañía del delincuente, sin temor a mancharse, porque las tinieblas no pueden apagar la luz y tendréis un día bueno en el que la confianza os permitirá una prueba y la regeneración, teniendo la satisfacción del deber cumplido.
Lo que jamás puede hacer un discípulo del “Método Supremo” es, descubrir para acusar delatando al delincuente; pero si ya se hizo nombre admitido y reconocido por su rectitud, bastará que libre al inocente, sin querer saber del delincuente.
El acusar, no es la Ley Divina; es de la Ley Social humana y allá la policía con sus medios de investigación; pero prevenimos que, no puede usar de estas facultades, ni obligar a ningún discípulo de la justicia Divina, a servir a la justicia humana, con su poder Psíquico-espiritual.
Habéis de entender, que vuestro cargo es regenerador; y acusar a un hombre, lejos de regenerarlo, es cerrarle las puertas de la regeneración; y, sobre todo, esto es de las leyes sociales, junto con el parasitismo creado y sostenido por ellas, o, mejor dicho, nacidos del parasitismo Religioso y derivados, que son causa del 95 por ciento de los hechos punibles que cometen los hombres, por mantenerlos en la ignorancia y el engaño.
Corregir, educar, regenerar, hacer que los hombres se reconozcan hermanos: He ahí la gran misión de mi discípulo.
Libro: El Magnetismo en su origen; Método supremo
Autor: Joaquín Trincado