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Joaquín Trincado

La Clasificación

  • Foto del escritor: EMEDELACU
    EMEDELACU
  • 18 oct 2023
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 26 oct 2023


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La clasificación: es una operación mental que fija por la lógica, criterio y buen juicio, las conexiones entre el género y la especie, pero sobre la base de las diferencias y la esencia: este último predicable, tiene frecuentemente su origen en el accidente.

Es sabido que, las clases, son grupos genéricos o específicos, reunidos en virtud de la semejanza y separados de otros grupos superiores e inferiores, mediante la diferencia.

Los dos extremos de una clasificación son: el género absoluto (reino animal) que comprende todas las clases subsiguientes: y la especie ínfima cuyos predicados se hallan comprendidos en todas las clases precedentes. Esta es la clasificación general derivada de la percepción, y por lo tanto física, que puede ser matemática.

La clasificación mental (meditativa) es filosófica y por ende muy complicada; pero sin ella la física, no podría llegar a la clasificación… mecánica llamaremos, porque le faltaría la esencia especial, por la cual, podrá clasificar las diferentes especies de un género.

Y es que, la física, no puede penetrar en la esencia especial porque su raíz aclaratoria está en la metafísica en la que penetra la filosofía para prepararles elementos a las ciencias parciales y que puedan así, clasificar el número de especies de cada género, contenidos en el género absoluto, reino animal, reino vegetal, reino mineral, que en el hombre están representados en todas sus especies, de las que aún una ínfima parte sólo se ha clasificado. En rigor, sólo existe un género absoluto denominado hombre; pero el físico no puede clasificar de él todos los tres reinos que percibimos y que real y verdaderamente conviven en el hombre y a lo más, ha podido clasificar las distintas razas de hombre por su color; y en cambio el filósofo, que penetra en la metafísica, no ve el color para hacer clasificaciones de hombres diferentes, pues sabe que, el blanco, el negro, el cobrizo, etc., están compuestos de las mismas tres entidades cuerpo, alma y espíritu, y por añadidura tienen el mismo único mandato, principio, fin y substancia.

Bien que es verdad, que no había sido descubierto el gran acto de la aparición del hombre en su verdad real, ni sabía la maravillosa cuanto simple creación del alma humana, creyéndola diferente de las del Irracional y de la materia del cuerpo humano: y sin ese principio, toda verdad sentada bajo un error, se descubría más tarde que, la tal verdad, era mentira; llegando a sentar los filosofastros que, todo tiene su pro, y su contra, lo que quiere decir, que la verdad no existe.


Libro: Filosofía Austera Racional, Cuarta Parte.

Autor: Joaquín Trincado

 
 
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