Forma de Sesionar
- EMEDELACU
- 18 abr 2024
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 7 oct 2024

Hemos probado que «El espiritismo no es religión», la cual es idolatría y reclama e impone el ritual y el dogma, para hacer el misterio.
El espiritismo, en sus dos fases de estudio filosófico-racional, y fenomenal-científico, es un simple acto social, o un aula universitaria: en cuyos dos casos, ni necesita formulismos, ni disposiciones protocolares, rituales, vestimentas, ni hombres de carrera especial y aún menos altares, imágenes, ni oraciones, en las que uno solo diría lo que otro ha dicho, como el loro dice lo que aprendió maquinalmente: sin sentirlo.
Lo que necesitáis para celebrar una reunión familiar, o social, o una lección de instrucción en el colegio, o la universidad, es todo lo que se necesita: es decir, armonía, pensamiento recto, deseo de aprender y una perfecta seriedad, pero no jocosa, ni tan cargada de gravedad, que parezca un sentimental velorio. No. Todo es a la mayor naturalidad, reinando la fraternidad comunicativa y la alegría espontánea. No se debe dar cabida al recelo, ni al ridículo, ni a la risa destemplada, sin que falte la gracia natural atrayente, dentro del respeto de la buena amistad, si no habéis llegado a la confianza fraternal.
Pues bien: dispuesto el local, con una plataforma alrededor de la cual coloquéis los médiums desarrollados y en desarrollo, los visitantes se colocarán sin preferencia para nadie y sin separación de sexos, en el sitio que les toque por su llegada.
Será una buena costumbre que, a la hora rígida de empezar las sesiones, estén en la sala y acomodados los visitantes; pero no debe ser obstrucción ni inconveniente, la posible entrada de un rezagado por cualquier causa, porque la cohesión de pensamientos debe evitar la influencia que pudiera llevar el rezagado, si por cualquier causa pudiera ser contraria al ambiente que ya se habrá formado. Pero en todos los casos, esa influencia y hasta la subversión de alguno, de varios y aun de todos los asistentes, debe ser contraída o contrarrestada, por la sola potencialidad del director, que, si lo es en verdadera ley, le asiste la justicia del espiritismo y se impondrá por su solo querer. Lo mismo que si ese director es sólo por supremacía, la influencia de los asistentes, por buena que sea, él solo la malogra, porque ha dado asiento en la cátedra, a la influencia y personalidad de los detractores. Esto es lo que en general pasa en los centros y sociedades espiritualistas, por lo cual fue el descrédito y nulo fruto de tantos años de reuniones.
El Director debe estar auxiliado a su lado de un buen vidente, o buen médium escribiente, lo que le advertirá en cada momento (si fuese necesario) todo lo que ocurre y por el cual puede recibir los avisos de un guía consejero, para obrar en consecuencia y solidaridad, aunque debe bastar el conocimiento perfecto del director.
Tratándose de una sesión de instrucción general, por posesión de un médium parlante, es conveniente que ese médium no esté en la plataforma, ni en la sala (si es posible), hasta que se le llame; lo cual será una mayor garantía de la no influencia del ambiente en el médium, ni en el comunicante.
Estando, pues, todos acomodados, sin más disposiciones, se procede abrir la sesión con un punto de lectura de estas doctrinas de cualquiera de los libros; y a tiempo, por una señal de costumbre o convenida, por un timbre fuera de la sala, o por un golpecito sobre el pupitre, llama el director al médium, que debe colocarlo a su derecha, siguiendo la lectura sin interrupción; el médium tomará la posesión, en cuyo momento, se suspende la lectura o discusión, para que el comunicante tome la palabra.
Con esto queremos decir, que nadie haga una evocación a nadie, porque ésta es siempre una parcialidad y se les cierra la puerta a los que, por justicia y disposición del gobierno del espiritismo, deben entrar. El solo hecho de reunirse es ya una evocación al gobierno del espiritismo, y un guía o familiar recibe las instrucciones constantemente del consejo superior y aquel hermano espiritual, consejero o delegado que habrá encargado el consejo de vigilar vuestras reuniones, dará al mundo espiritual que os rodeará, las instrucciones y órdenes, que cumplirán en toda justicia.
Ve ese encargado consejero, lo que más conviene al progreso común de los reunidos, a la mayor necesidad individual, o de instrucción más perentoria, y él ordena en todos y cada caso.
MOMENTO DE LA POSESIÓN
Este es muy solemne. Entended que se opera el fenómeno de más sacrificio y abnegación, pues el espíritu del médium se emancipa y sale de su materia, aflojando las ligaduras del alma al cuerpo, y por la elasticidad de ésta, se retira a veces, a mundos muy remotos, para no obstaculizar en nada al posesionante, que toma en aquel cuerpo los centros vitales, para obrar con ellos cual si fueran propios.
Comprendiendo, pues, este grandísimo fenómeno, se requiere de los asistentes su ayuda, que será un buen pensamiento y deseo; y esto basta para que el espíritu del médium no tenga que luchar para emanciparse, ni el posesionante para entrar en el médium.
Las miradas insistentes, curiosas y mal curiosas muchas veces, hieren al médium y lo distraen, aumentando su trabajo: pues son esas miradas, como descargas magnéticas, que pueden ser contrarias a las líneas de fuerza que desarrolla el médium en su Dinamismo, cuyos efectos, sólo podéis comprenderlos, si sabéis las leyes de la dinámica y mucho mejor las de la electricidad, a las que rigurosamente pertenecen, todos los fenómenos que el espiritismo produce.
La seriedad y la buena educación imponen no ser chocante en nada durante la sesión, ni producir movimientos, ruidos, ni miradas provocativas o intencionadas, lo que el director observará y remediará con el mayor rigor.
Durante la comunicación, nadie conversará, ni dirigirá preguntas de ninguna especie directamente al médium; pero le podréis hacer por escrito al director, el que sabrá buscar el momento de hablar al comunicante, el que dará la contestación conveniente.
Terminada la comunicación, por ningún concepto habrá aplausos, ni felicitaciones, ni adulaciones de ningún género; y los médiums que en ellos buscaran su satisfacción, deben ser corregidos, poniéndoles por delante su deber, como está contenido en la «Ley de Mediumnidades»; y no corrigiéndose, se le retira y aun expulsa, y con más justicia, a los causantes aduladores.
Si se trata de sesiones de desarrollo, o de prueba de fenómenos, aún será de más rigor observar lo que queda dicho para las sesiones de posesión parlante.
Es una buena práctica, que los médiums en desarrollo, en todas las sesiones, estén en un circuito cerrado (formando cadenas), igualando los fluidos, porque también de ese modo se desarrollan más fácilmente y sin ninguna brusquedad, ya que, aun cuando se arrimara algún furibundo o aberrado enemigo espiritual de un desarrollante, se ve, o cortado, o preso, por la fuerza dinámica combinada de los que forman el circuito.
Una vez que no entren en posesión ninguno más de los del circuito, córtese la cadena y se procura excitar al que esté en posesión, ayudándole con un buen deseo psíquico, pues muchas veces, les cuesta mucho romper a hablar, por muchas causas.
Si la sesión fuera de comunicación escrita, por pedirlo así el médium de posesión, tenéis un rico fenómeno para vuestro estudio y satisfacción. Entonces seguid vosotros los puntos de lectura como antes lo hacíais y veréis con sorpresa, que no habréis influido en nada en el médium: lo que os probará, lo equivocados que están los pseudo-científicos, cuando quieren sostener que «las comunicaciones son efecto de la transmisión del pensamiento».
Esta es una gran prueba, puesto que no somos capaces de escribir un discurso y ni aun una carta, si tenemos frente a nosotros un orador o lector que habla a un auditorio de los puntos absolutamente diferentes de lo que nosotros estuviéramos escribiendo.
Yo no fui jamás partidario de la obscuridad para los desarrollos. Sin embargo, he podido ver que, para muchos médiums, les es favorable la semiluz, roja o violeta, porque los concentra mucho más.
Para las pruebas de materialización, sí, es necesaria la semiluz roja y aun la obscuridad total; pero ha de tenerse a la mano las llaves de la luz roja y la violeta, si es que tenéis máquina fotográfica para impresionar placas, que lo conseguiréis con la luz violeta. La materialización se concentra generalmente en la cabina o cámara obscura, donde enfocaréis la máquina. Pero desde luego, si la materialización es completa, lo mismo se ve fuera del paño negro.
No hemos de describir aquí los fenómenos tangibles, etc., etc. etc., porque eso no nos compete en estas instrucciones para sesionar, persiguiendo que todos tengan un solo modo, método y forma, a lo que se dedica todo este libro.
Todo lo recordamos, es hijo de nuestra experiencia de 11 años, en los que, además de nuestro incesante estudio que lo probarán los ocho libros que con éste ponemos en vuestras manos y más de otros 30 que escritos quedan archivados, esperando los medios pecuniarios que hasta el presente, nadie nos ofreció: lo que nos prueba dolorosamente que el egoísmo está demasiado arraigado y que sólo para las perniciosas religiones ha servido el Dios Oro. Pero le hemos jurado a ese tirano, que, contra todo su poder y negativa, ha de servir a nuestra causa, que viene a desalojarlo de su trono y a declarar que la única moneda de valor que hay, es el hombre.
Decimos que todo lo que recomendamos es hijo de nuestra experiencia de 11 años, que, además de nuestro incesante estudio, hemos probado una gran cantidad de médiums de todas las facultades, estudiando modalidades diferentes en cada uno, por lo que pudimos formular la «Ley de Mediumnidades», que sometimos a los altos consejos del gobierno del espiritismo: y de su eficacia y seguridad, respondemos por nuestro deber, en nombre de ese gobierno que, aprobándonoslo, la decretó. Por lo que pedimos su cumplimiento para vuestro propio progreso individual y adelanto abierto y descubierto del espiritismo Luz y Verdad, que como os lo deja esta Escuela estudiado y presentado, se practica en todo el Universo; no existiendo más que la diferencia de progreso de nosotros, habitantes de un mundo recién regenerado, y los de mundos perfeccionados que viven la felicidad de su sabiduría y potencia, de las que, por solidaridad firmada, participamos ya nosotros en esta Escuela, lo que queremos en justicia y amor para todos; para lo cual, os llamamos y os piden aquellos hermanos solidarizados, la adhesión, por el amor del Padre de todos y en su nombre.
Libro: Espiritismo Estudiado
Autor: Joaquín Trincado