top of page
Joaquín Trincado

El espiritismo y la mujer en la vida diaria

  • Foto del escritor: EMEDELACU
    EMEDELACU
  • 17 feb 2023
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 28 mar 2024


ree

Espero que les interese el tema, sobre todo a las mujeres.


El espiritismo que todo lo cubre y todo lo sanciona, no podría dejar de valerse de la misión de la mujer en esta y muchas encarnaciones, donde se ve claramente que la vida de sacrificio de la mujer es la expiación de alguna culpa, pues somos las mujeres las que llevamos las cargas más pesadas, las más de las veces incomprendidas y otras tantas ignoradas.


En el mundo actual ya se le han reconocido a la mujer algunos de sus derechos, pero haré un recorrido a través de la historia para observar el comportamiento del hombre, ese llamado “sexo fuerte” frente a la mujer.


Sin que parezca esto un ataque al varón, es necesario dejar plasmado nuestro sentimiento de inconformidad.


Cuando nacemos, nos encontramos ante el disgusto del padre por el solo hecho de ser mujeres.


Ya que el padre quería un varoncito para que fuera como él y así continuar con el apellido.


Luego en la adolescencia, los dolores de la transformación de niña a mujer, nos aquejan y nos causan trastornos; después, al casarse, los problemas del embarazo hasta que llega el día del alumbramiento, donde estamos a punto de perder la vida (actualmente ya hay algunos medios para mitigar el dolor) pero las que tuvimos a nuestros hijos de forma natural, sabemos lo que esto significa.


Posteriormente viene la etapa más crítica, donde debes ser la intermediaria y conciliadora entre el compañero y tu hijo. Estando casi siempre a favor de aquel ser que engendraste y eso trae enfrentamientos con tu pareja y hasta algunas veces la separación.


Los hijos crecen y te das cuenta de sus defectos, son ingratos y te olvidan y… solo si aceptas una vida de lealtad y sumisión puedes aspirar a que tu compañero pueda darte una vejez digna.


Desde tiempos inmemoriales la mujer fue vilipendiada desde la época cavernaria donde fue objeto que se sometía por la fuerza o se usaba como animal de carga, forzándola por el abuso algunas veces a desencarnar.


Posteriormente se cuestionó si éramos seres pensantes y en los juicios frente a los hombres, no era válido nuestro testimonio y muchas veces fue apedreada por infamias que se le adjudicaban y llevadas a la hoguera por defender alguna idea, un principio o un derecho.


También hasta nuestros tiempos, la mujer ha sido víctima de numerosos abusos, explotándole su instinto sexual para comerciar. Después con ello, maltratándola si se revelaba y por medio del engaño y promesas de amor, hacerla caer en el vicio; y así, ser colaboradora incondicional para toda mala acción. Hasta la religión, sobre todo la católica, la excluye y con eso pone el ejemplo de su “irracionalidad”.


Sin embargo, también a través de la historia, hemos visto como la mujer por esfuerzo propio, ha mantenido una lucha reivindicadora de sus derechos y aunque más de una han caído en ese propósito, tenemos historias repletas de heroísmo de mujeres célebres que vinieron a revolucionar la presencia de la mujer en este mundo.


Citemos algunas, por ejemplo:


· Una Juana de Arco, que por sus principios liberales se ganó la hoguera.

· Una Sor Juana Inés de la Cruz, que con su poesía estremeció el orgullo del hombre.

· Una María de Nazareth, en cuyo ejemplo nos hemos inspirado y diariamente enviamos un pensamiento de amor.

· Y millones y millones de madres que con su diario trabajo, son las heroínas de todos los días, las que mueven al mundo desde su modesto bracero y la penumbra del hogar, siempre fieles, cuidándole la espalda al que es su amoroso compañero de lucha.


La mujer ha conseguido actualmente algunas victorias, sobre todo en los países llamados del primer mundo, ya que sus derechos no son tan fácilmente pisoteados. Ha tenido participación en los trabajos antes exclusivos del hombre, reconocimiento de las organizaciones para los derechos de la mujer, participación en los puestos públicos. diputadas, senadoras, secretarias de estado, etc., etc.


Es mucho lo que se ha conseguido, pero no lo suficiente para que a la mujer se le reconozca en su verdadero valor.


Solo en esta escuela se le valora en su real y auténtica dimensión.


Se le reconoce en su lucha junto al compañero, compartiendo todo con igualdad de derechos y dándole sobre todo el valor intrínseco que corresponde a su sensibilidad de mujer.


Por esto me gusta esta doctrina, porque me dice que yo soy lo más grande de la creación, que mi trabajo y sacrificio acrecienta mis reservas de amor… que… si hubiese un cielo, ya tendría ganado este, por el simple (aparentemente) hecho de ser madre.


Ha esta doctrina espírita me debo y jamás claudicaré, ya que está me ha dado conocimiento para razonar, sabiduría para entender y valor para luchar.


Después de entender y razonar en esta escuela, el ser “mujer” no es tan duro.


Nuestra misión es apoyar al hombre, luchar por nuestros principios, entendiendo que en esta existencia nuestra lucha fue más intensa, más no estéril; nosotras como los varones y ellos como nosotras, buscamos un mundo de paz y amor, donde podamos al fin exclamar… ¡Gracias padre creador, por reconocer mi lucha!


A este conocimiento nos conduce esta escuela y de esta doctrina espiritista, me gusta también cuando dice…. que el padre creador en su infinita justicia, mandó en otras existencias a mi compañero, también a ser mujer como yo.


Autor: Hna. Blanca Ninfa Solis Longoria




 
 
bottom of page