Economía Doméstica
- EMEDELACU
- 22 abr 2024
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La economía doméstica consiste en someterse a una pauta o regla calculada pero no rutinaria y sí ascendente, para conseguir siempre un mejor género de vida, sin salirse de su posición; es decir, de los medios con que se cuenta para la vida.
Esta economía pertenece de lleno a la mujer, dentro de la órbita de la casa; pero la órbita es el hombre, que ha de preparar los medios de la vida doméstica. Como por la organización irracional que hasta hoy ha regido las sociedades, todo se encuentra enredado en la malla de las leyes económicas de los pueblos, casi no ha tenido vida la economía doméstica; pues donde pudiéramos ver algo que semejara economía, poco ahondaríamos para descubrir egoísmo, avaricia y tacañería, y a lo más encontraríamos laudable, la parsimonia necesaria para distribuir el mal alimento para las horas del día, y esto no puede ser economía, porque se castiga al organismo con la escasez, que luego redunda en descontento y las más de las veces en enfermedades y raquitismo; es decir, que lo que es parsimonia, es miseria; y esto no es economía.
En general, es ésta la economía doméstica que ha habido en la tierra; pero particularizándome un poco con las llamadas clases altas, pudientes o privilegiadas, entienden la economía en poner diferente comida y aun diferente pan a sus servidores o rebajándoles el salario a medida que los artículos de la vida suben; pero, en cambio, en un té, en un banquete o un sarao provocador e inmoral en todos conceptos, derrochan la comida de una familia en un anÞo. ¿Y los vestidos? ¿y las joyas? Y ni siquiera los han fabricado ellos, como no han fabricado los palacios, ni el teatro donde exhiben descocadas sus remilgos y tachonadas de pinturas y no tienen la culpa esas clases, ni las culpo más que, en lo que tiene de inhumano. La culpa está en la errada educación. ¿Y quién es el encargado de ésta? Por todo aparece el peine, aunque no lo busque. Hasta hoy quiso y se jacta de ser el educador, el Dios Religioso. Anatema a él por inmoral y causante de la inmoralidad social.
En fin, la economía doméstica la han entendido todos en no comer o comer menos o más malo y aun nocivo a la salud; y eso lejos de ser economía, es un crimen de lesa humanidad, que hoy la ley de justicia viene a quitar con el establecimiento de la Comuna, en la que ninguno baja; todos suben; pero todos se igualan en derechos y obligaciones, y quien no esté conforme, que detenga si es capaz a la ley de justicia, que empezó a borrar las marcas que los hombres hicieron sobre la tierra.
Entre tanto, sabed que, economizar no comiendo, es un crimen que pagamos con enfermedades.
Libro: Cinco Amores, Código de Amor Universal Tomo II y Profilaxis de la vida
Autor: Joaquín Trincado