De Adán y Eva hasta Abraham. La Investigación
- EMEDELACU

- 5 mar
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Este es, sin duda, el punto más culminante de la historia de la humanidad, porque aquí empieza la historia escrita y la regeneración de la misma. Pero está detenidamente estudiado y comprobado en el libro "Buscando a Dios y Asiento del Dios Amor" (1) adonde os remito y allí veréis lo que aquí omito; aquí, más tengo el fin de aclarar un símbolo, que da hacer historia.
El escarmiento sufrido por los desterrados de Neptuno, les hizo pedir clemencia; se llamó al tribunal que los había sentenciado y que estaba formado por los que en la tierra son conocidos bajo la denominación de arcángeles, Miguel, Rafael y Gabriel, que como espíritus, formaron el tribunal para guiar a los desterrados y auxiliar a la familia misionera; ellos han tenido su cargo de tribunal permanente, hasta un año más tarde del juicio de la tierra, en que fue reconocido el tribunal de derecho compuesto por el investigador y sus asesores, hombres encarnados que habíamos juzgado a los espíritus y los hombres. Aquellos hermanos, pasaron a regir cada uno un mundo, en pago del cumplimiento de su misión.
Había llegado el momento feliz para vosotros y desciende de Neptuno el investigador, que allí había sido el legislador. Mas viene a la cabeza de todos, la que hoy conocéis por la gran María, y le seguíamos 28 más, cuyos nombres han pasado a la historia muchas veces, como misioneros, profetas, filósofos, ingenieros, médicos, etc., siempre dando luz y dominando con sus principios de luz las tinieblas de los hombres en todos los órdenes. Pero todos hemos sido sacrificados muchas veces por las religiones, en contra de las cuales siempre hemos luchado.
1. Aun no se ha impreso el libro citado que es, como diríamos bien, mi ensayo o prolegómenos de mi obra y unión. Hemos de procurar imprimirlo pronto, pues ya es llegado su tiempo.
Aquí ya podemos decir los puntos concretos, por estar escritos los hechos en la India, Mesopotamia, Persia y Egipto, y aun las generaciones rememoradas por Moisés en forma de génesis que podéis ver desde el capítulo 4 del llamado "Génesis", aunque está todo adulterado por una y todas las religiones.
En todas formas y con verdad de tiempo, la fecha muy aproximada, la tenéis en el calendario israelita; pero en números redondos son, 57 siglos, o sea, 30 siglos después de la hecatombe de la Atlántida.
En la hoy ciudad de Hayderabat, en la India, tomaron cuerpo los primeros Adán y Eva; y como ya sabíamos, la terrible división del sacerdote y los guerreros, para empezar la unión desde el primer momento y abrirnos paso fácil, Adán nació del sacerdote y Eva del guerrero; pronto, la hermosa doncella y el gallardo mancebo se unieron, procurando unir poderes para sus fines. Era el primer paso para la regeneración.
Tuvieron su primer hijo, Shet, que era el investigador que venía a la tierra; como nieto del sacerdote y del guerrero, hizo la primera ley de la tierra sin tropiezos ni cortapisas, en lo civil, político, religioso, social y moral, conocida por las “leyes vedas”, cambiando los sacrificios a los dioses de seres humanos, por animales y frutos.
Los otros sacerdotes de otras ciudades, se levantaron en lucha contra los vedas y éstos llevaron la peor parte en el primer momento, porque tenían menos fiereza; pero tenían sabiduría y ésta no podía ser vencida; pero sucumbieron muchas de las primeras generaciones, hasta que, en la quinta generación, en casi toda la India, eran casi todos como ahora son y se extendía la raza por toda la tierra, perdiendo fiereza y ganando progreso.
Esta lucha primera, está representada en el símbolo de Caín y Abel, por Moisés, en el “Génesis” de la biblia israelita; pero, dada la pobreza del idioma y la roma inteligencia de los hombres y ser hechos pasados que nada les importaban, Moisés, que fue Shet, sabía que el tiempo llegaría de aclarar esos símbolos, como el del arca de Noé y hoy los aclara.
En unos cuantos siglos, reencarnando muchas veces los 29 y procreando mucho entre los desterrados (que al fin eran carne de su carne y alma de sus almas), y doloridos de lo que habían perdido en Neptuno, se rendían fácilmente a nuestras doctrinas, que si no eran puras cual las traídas de Neptuno, eran lo mejor que podían darse según la fiereza y enviciamiento de la materia de la tierra, que no puede evolucionar tan rápido como el alma, que si es materia, es un grado más esencia que la carne; y como el alma que traían los desterrados, aunque viciosa para Neptuno, era ya de conciencia y el espíritu sabio, se plegaban muy de veras y contentos a los adámicos y, en trece siglos de esas rápidas evoluciones, casi toda la tierra tenía leyes humanas y en toda ella había simiente de los misioneros. La gran mayoría de los desterrados, ocupaban los poderes y el sacerdocio y se hicieron hermosos cantos y principios de verdad; pero, sobre todo, se había enseñado y asentado un solo y único Dios Creador; la vida del alma eternamente y la fraternidad de los hombres; pero no se podía aún abatir al Krisna y otros dioses y se les señaló como de deidades secundarias, sabiendo que llegaría el tiempo presente de reconocer en verdad la verdad eterna y única.
A los trece siglos, repito, de nuestro descenso y habiendo dado ley a la tierra, nos reunimos todos, encarnados los 29, en la familia de Noé; entre hijos, mujeres y nietos, para pasar (diríamos) un momento de asueto, pero también para hacer los cálculos sin equívoco, auxiliados por el consejo espiritual permanente de Miguel, Rafael y Gabriel, que en todo momento los veíamos y nos hablaban y aseguramos ya, que la tierra sería regenerada. Cada uno de los 29 tomó sus cargos y las épocas de actuación como misioneros y le prometimos al Padre llevar la tierra a la luz de la vida y de la verdad, en el tiempo que faltaba para cumplirse el marcado en la ley. El Padre aceptó y nos prometió el premio.
Este es el símbolo del arca de Noé, (como dije atrás en el párrafo del bien y el mal) y os queda aclarado.
Hasta Noé, podríamos decir, que sólo fue la auscultación y medir los terrenos; y hecha la promesa al Padre y aceptada en su nombre por el maestro del plano Espíritu de Verdad, empezaba la acción; pero para entonces, se habían dado leyes al oriente y al occidente. Nos despedimos en Noé los 29 de la familia, para empezar cada uno sus trabajos y, aun no nos hemos juntado desde entonces en una familia y tenemos muchas ganas; pero aún hay deberes en estos momentos y éstos son antes que nuestros gustos, por más que lo necesitemos para expansionarnos; ya llegará ese momento y la tierra lo sabrá.
Nos separamos en Noé y éste vuelve a ser Abraham: Sara era la que fue mujer de Noé y antes Eva. Habían pasado desde Adán y Eva alrededor de 15 siglos y habían disminuido tanto las contiendas, que casi sólo había guerras de estado a estado y no en el Asia donde dominaba ya completa la raza adámica y corrían escritas las doctrinas vedas. Los cultos se habían modificado tanto, que apenas existían públicamente, pero sí a escondidas, teniendo muchos ídolos; porque, como sabéis, no se domina la pasión en breve tiempo; el prejuicio gravita siempre por largos períodos y más si tenéis en cuenta que los espíritus primitivos de la y eran ciegos, por sus almas enviciadas en tantos millones de siglos y ahora inspiraban a sus afinidades, aun cuando estuvieran ya un tanto educados en la nueva doctrina; pero esto era preparar ambiente para que los primitivos encarnaran y entonces será terrible la lucha; pero los adámicos habían dado ya un golpe mortal y no podían aquellos prevalecer.
Libro: Conócete a ti mismo
Autor: Joaquín Trincado
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