Charitas Caridad
- EMEDELACU

- 30 oct 2023
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Caria es un territorio al SO. del Asia Menor, que formaba una de las provincias del reino y pueblo de Israel en el reino de David.
La ciudad más lejana del centro de reino y más cercana a la Grecia se llamó Cariandá; a la que pusieron sitio los griegos en tiempo de David, el que residía en otra ciudad llamada Cariantiarin, que significa ciudad de descanso, donde tenía el arca de la ley y que (decimos de paso) David, ante el peligro de ser vencido por los griegos, sustituyó el arca y las tablas de piedras auténticas, por otra y otras similares y al original la llevó y la guardó en una de las pirámides de Egipto. No debo dar mayor explicación de este hecho aquí.
Sitiada la ciudad de Cariandá, todos los hombres de armas tomar estaban en las filas del Ejército de Israel.
El círculo del sitiador se apretaba más cada día y David no podía llegar en su auxilio.
Los ancianos de Cariandá, antes de que el ejército sitiador se apodere por la fuerza de la ciudad y ultrajase a sus mujeres y doncellas, resuelven en consejo abandonar la ciudad y salen llevando sus mujeres, todos los enseres que podían, cargados a la cabeza, y sus niños en los brazos y espalda, bajo este grito (como santo y seña) para auxiliarse: ¡Cariandá! Y si al que pedían ayuda era de los suyos contestaría: ¡Cariantiarin!
El consejo de ancianos y matronas dispone que: “Se elijan las diez y seis doncellas más bellas, castas y virtuosas, para que llevan la llave al jefe griego, pues confían en que las sabrá respetar por su honor y las dejará volver, con la promesa de dejar salir sin obstáculo a los ancianos, mujeres y niños”.
El general griego, recibe a la bella comisión que le entrega la llave de la ciudad, pero despacha sólo a ocho con la orden de que salgan los habitantes de la ciudad quedando en rehenes y como trofeo las otras ocho bellas Cariandanas a las que lleva a Atenas, humillándolas y en ellas al pueblo de Israel, haciéndolas entrar en la capital griega, portando a la cabeza un templete con las armas de Grecia y la llave de la ciudad rendida.
El espectáculo extraño y original, no quedaría olvidado; y la arquitectura griega, se encargó de inmortalizar el motivo ideando las columnas cariátides.
Unos siglos más tarde, Cicerón, al llegar a Atenas, inquiere la historia de tan raro, curioso e inhumano estilo arquitectónico y encuentra el relato que hacemos. Es entonces que el gran tribuno dice por primera vez, su compuesta palabra Charitas; pero lo hace fustigando a los griegos por esa inhumanidad y cantando un himno al valor, celo, cordura y Amor de las mujeres Cariandanas. De esta verdad, responde Cicerón y por él, el Arte, la Arquitectura de las columnas Cariátides.
En filosofía pues, Charitas, siendo un himno al amor de las Cariandanas, a su valor y cordura, es un apóstrofe al inhumano opresar: a la Grecia. Por lo tanto, caridad, sigue siendo una mixtificación del amor: un baldón de la humanidad, y un apóstrofe a los opresores dado por la razón.
¿Por qué la religión Católico-Cristiana, levanta la caridad como baluarte? Pertenece a sus secretos inconfesables, los que rechaza la razón libre y no los admite la historia. Pero pertenece a la concepción religiosa de la ociosidad.
Libro: Filosofía Austera Racional
Autor: Joaquín Trincado
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