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Joaquín Trincado

Discurso del Obispo Strossmayer; A los hombres libres y las madres ultrajadas (2)

  • Foto del escritor: EMEDELACU
    EMEDELACU
  • 10 may 2023
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 23 feb



A los hombres libres y las madres ultrajadas


"La hora de la justicia es llegada" dice el Espíritu de Verdad. Y como toque de atención estridente y constante, resuena su voz en la conciencia de los libres, manteniéndolos en su latente protesta de las injusticias del enemigo común del progreso y de la humanidad, que con la audacia del sin conciencia, del desalmado, del degenerado de la especie, se entromete sutil y brutalmente, en todos los momentos y en todas las cosas de la vida civil, promoviendo las intrigas que llevan a los hombres a la guerra, sembrando el odio, por la religión, única causa de las contiendas todas y del mal mundial. ¡Blasfemia!... gritará el pontífice a esta afirmación. Pero yo le preguntaré: ¿qué significa sino eso, el: "Fuera de mí ni hay salvación" sostenido a fuerza de crímenes sin cuento, de imposiciones brutales como las contenidas en las excomuniones del "Syllabus" del famoso infalible Pío IX, que recopila toda su bondad en su última palabra testamentaria: "Mantener la iglesia aun a costa de la sangre de toda la humanidad." ¿Cuál es la blasfemia? ¿Quién demuestra los odios y los lleva a la práctica: la religión o el liberalismo?.


Pues en justicia; en defensa de la justicia; el liberalismo contesta a Pío IX: "Salvaremos a la humanidad a costa de la muerte de las religiones y sus Dioses". Los Dioses religiosos son de piedra, palo, barro metales y aun de carne y hueso, según Isaías, que los condena. Y la religión según definición en filosofía austera de los hechos, es RELEGACIÓN DE DERECHOS; CREER CON FE CIEGA: es decir, ha de ser un sin conciencia, un burro atado al carro, sin ningún derecho ni discernimiento y jurado enemigo de los que pueden pensar.


Más no seamos nosotros, los libres, los que estamos conformes con Santiago el Apóstol de España, en no aceptar más fe que la "FE DE OBRAS QUE ES FE VIVA".


Dejemos hablar a los religiosos (relegados) y nos van a dar una lección suprema de anatomía de las entrañas de "la bestia 666 y del Dragón que se sienta en ella". Pedimos, sí, a los hombres libres y de razón tranquila, que repriman todo ímpetu y justa ira y retengan a las madres en su desesperación, ante los horrendos crímenes jurados solemnemente que van a oír de los santos, puros y sin mancha, labios y pulcra lengua, mientras recibe en ella lo que más de respeto y santo tiene esa religión.


¡Sí, Madres! ¡Santas Madres! Porque por vosotras se perpetúa la creación, sigue existiendo la especie humana por vuestro sacrificio al dar vida, mil veces a costa de vuestra vida, a los hombres mismos que han jurado ante el sacramento nefando de la eucaristía, las blasfemias y crímenes siguientes.


Libro: Discurso del Obispo Strossmayer

Autor: Joaquín Trincado

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